Muy joven, demasiado para morir, y menos así en un accidente fortuito pero que se ha llevado la vida de un gran amigo, compañero, hijo y buen tipo en definitiva, uno de los que dejan poso y huella por buena gente como se dice ahora.
Si entre la gente del espectáculo y la noche era conocido por su tesón paciencia y amabilidad, entre sus amigos por ser un buenazo y un verdadero amigo, el lunes se fue Javier Avedillo un "chaval" de los que dejan frío cuando sabes que ya no va a estar y que no vas a disfrutar con su presencia.
Aunque siempre queda la memoria para recordar, el bolo o la noche, la fiesta, el beso, o aquel mal día, a su familia le queda el poso y la satisfacción de haber tenido en sus casas a joven que aún tras un triste y desafortunado accidente ha podido seguramente dar vida a las personas a las que le hayan llegado sus órganos, porque hasta el final la grandeza de las personas se muestra en actos como el de la donación.
Una señal de amor, por y hacia el prójimo que no todos los que fallecen, ni sus familiares, saben reconocer como un acto de humanidad, quizá uno de los más grandes, grandes como Javi. Una señal y un verdadero motivo por el que seguir adelante viviendo y recordando la acción altruista de la donación y sobre todo un ejemplo a seguir tanto por las familias como por nosotros mismos.
Poco más se puede decir de un gesto como el de este joven, campechano, amigo, hijo, compañero y persona llena de vitalidad y de cariño para con los demás. Llorar se debe, recordar se puede, amar nunca se olvida, y reconocer la vida aún habiendo muerto con un gesto de donación es lo más grande que puede suceder en una familia que aunque destrozada hoy puede ser ejemplo y orgullo de toda la raza humana.
A ellos, todo nuestro respeto, cariño y gratitud, a Javi el reconocimiento de que aún después de fallecido ha dado vida a los demás, eso le honrará en la memoria de todos y sobre todo de los trasplantados que seguro llevan el ánimo y toda la buena fe de Javier Avedillo.
Descansas en paz y en el corazón de cientos de personas que te conocimos, de fiesta, en Villalazán, en Sobradillo o en cualquier parte de Zamora, allá donde estés, gracias por tanto.