Como todos los años por estas fechas, los aficionados al deporte de las dos ruedas sin motor han disfrutado de su particular despedida del año en esta nueva edición de la ruta del polvorón.
Cerca de treinta valientes han desafiado el frío matutino que hacía a las 9 de la mañana para recorrer los cerca de 20 kilómetros que se habían previsto por la organización de paseo. Tras la ruta los ciclistas buscaron como cada año la plaza de Viriato para almorzar, pero este año no hubo opción.
Este año ha faltado la simpática fotografía de Viriato con el gorro de papá Noel. El mercadillo o rastro de los domingos en la plaza de Viriato ha impedido la graciosa instantánea.
Este año los participantes han tenido que desplazar su celebración al mirador de la plaza de la Biblioteca donde han degustado como tienen costumbre las delicias navideñas que cada uno ha aportado. Turrones, mazapanes, polvorones y licores por supuesto para decir adiós al 2018, en bici, aunque este año descafeinado y sin foto de Viriato, otro año será.