Unicaja Banco ha publicado el número 4 de su informe trimestral 'Situación económica y perspectivas de las provincias de Castilla y León', elaborado por Analistas Económicos de Andalucía, sociedad de estudios del Grupo Unicaja Banco.
Según recoge el informe, las estimaciones realizadas apuntan a un fuerte retroceso del Producto Interior Bruto (PIB) de las provincias castellano-leonesas en 2020 y a un crecimiento generalizado para 2021. En Zamora, las previsiones estiman que la actividad económica en 2020 podría haber caído un 10,6% en el mejor de los escenarios, aunque las perpectivas para este ejercicio hablan de una recuperación económica del 5,8%.
De acuerdo con las estimaciones de Analistas Económicos de Andalucía, en el escenario más favorable, todas las provincias presentarían una caída de la actividad superior al 9% en 2020, superando el 11,5% en Palencia y Burgos. En un escenario menos favorable, la contracción superaría el 9,5% en todas las provincias (ver tabla en página 3).
Para 2021, se prevé un crecimiento de la actividad superior al 5,5% en todas las provincias de Castilla y León, con tasas comprendidas entre el 5,5%, en Palencia, y el 8,0%, en Soria. No obstante, en un escenario menos favorable, el crecimiento se situaría por debajo del 6,0% en todas las provincias.
Según estimaciones de Analistas Económicos de Andalucía, en el tercer trimestre de 2020, la actividad económica habría registrado un descenso generalizado en las provincias de la región, más moderado que en el trimestre anterior. El retroceso de la actividad habría sido más acusado que en el conjunto regional (-5,5%) en las provincias de Palencia (-6,4%), Burgos (-6,3%), Zamora (-6,1%), Salamanca (-6,1%) y León (-5,8%), si bien estas tasas no serían estrictamente comparables.
En lo que respecta al empleo, según las cifras publicadas por la Encuesta de Población Activa, el impacto de la crisis está siendo muy acusado, aunque el número de ocupados ha crecido de forma generalizada en el tercer trimestre, exceptuando la provincia de Palencia. Destacan los aumentos en León (10.500 ocupados más que en el segundo trimestre) y Burgos (9.700 ocupados más). Hay que recordar que estas cifras de empleo incluyen a los trabajadores afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con suspensión de empleo.
En términos interanuales, sin embargo, la caída de la ocupación es generalizada, con la excepción de la provincia de Ávila (0,6%). En el resto de provincias, las caídas superan el promedio regional (-3,4%) en León (-7,8%), Palencia (-5,6%) y Soria (-4,0%).
La intensidad del ajuste del empleo se refleja también en la evolución de la afiliación a la Seguridad Social. En el acumulado enero-noviembre, el descenso en términos interanuales es generalizado, superando el promedio regional (-1,9%) en Palencia (-2,6%), Burgos (-2,5%) y Salamanca (-2,2%). No obstante, si se comparan los datos de noviembre con los del mes de abril, cuando se registró el mínimo, el aumento de la afiliación es también generalizado, con tasas superiores a la media de Castilla y León (3,0%) en Zamora (4,5%), Ávila (3,7%), Palencia (3,6%), Soria (3,2%) y Segovia (3,2%).
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Entorno económico internacional, nacional y regional
La primera parte del informe 'Situación económica y perspectivas de las provincias de Castilla y León' muestra el contexto económico internacional y nacional, y los principales rasgos de la trayectoria reciente de la economía regional, información recogida en el informe de 'Previsiones Económicas de Castilla y León', publicado el pasado 14 de enero.
Los avances en la generación y distribución de vacunas frente al Covid-19, así como el comienzo del proceso de vacunación se han traducido en una mejora de las expectativas económicas a escala global, aunque persiste un alto grado de incertidumbre.
En su último informe de Perspectivas Económicas, la OCDE estima que la actividad seguirá limitada y que posiblemente el distanciamiento social y el cierre parcial de fronteras se mantendrán a lo largo de la primera mitad de 2021. En este contexto, para 2021 este organismo prevé un crecimiento de la economía mundial del 4,2%, tras descender en 2020 en una cuantía similar, aunque las perspectivas siguen siendo inusualmente inciertas.
El impacto de la pandemia, aunque generalizado, presenta diferencias significativas entre países, condicionadas por la propagación del virus, las medidas puestas en marcha para contenerla o la propia estructura sectorial de las economías. En este sentido, la economía española, con un mayor peso del sector turístico y de las actividades que requieren más interacción social, será la que registre en 2020 una mayor caída de la producción en el seno de la UE, aunque también será una de las que más crezca en 2021.
Las últimas proyecciones del Banco de España apuntan a una caída del PIB en 2020 entre el 10,7% y el 11,6% en función del escenario considerado. En todos ellos esta contracción iría seguida de una recuperación relativamente intensa, con un crecimiento estimado para 2021 entre el 4,2%, en el escenario severo, y el 8,6%, en el suave.
Respecto a la economía de Castilla y León, en el tercer trimestre de 2020, el PIB creció un 15,8%, tras registrar una caída en torno al 15% en el trimestre anterior, situándose la variación interanual en el -5,5% (-18,8% en el trimestre anterior), según los últimos datos de la Contabilidad Regional Trimestral publicados por la Dirección General de Presupuestos y Estadística de la Junta de Castilla y León. La aportación negativa de la demanda regional se ha moderado hasta los -6,4 puntos porcentuales (p.p.), registrándose aumentos trimestrales superiores al 15% en el consumo de los hogares y la inversión. En términos interanuales, el consumo de los hogares registra una disminución del 6,8% y la inversión del 13,6%. Por su parte, la contribución del saldo exterior ha pasado a ser positiva (0,8 p.p.), debido al menor descenso de las exportaciones que de las importaciones, según los datos de la Junta.
Desde la óptica de la oferta, según los datos de la Contabilidad Regional, en el tercer trimestre de 2020 se produjo un crecimiento generalizado del Valor Añadido Bruto, con mayores aumentos, en términos relativos, en la construcción (23,4%), la industria (17,4%) y los servicios (15,6%). No obstante, en términos interanuales, el sector agrario es el que registra un mayor incremento de la producción (9,0%), junto con las ramas energéticas (12,1%) y los servicios de no mercado (2,1%), frente al descenso en el resto, que supera el 8% en la construcción y los servicios de mercado.
En lo referente a las previsiones de crecimiento de Castilla y León, Analistas Económicos de Andalucía estima que, en 2020, el PIB regional podría descender entre un 10,7% y un 11,1%, en tanto que para 2021 se registraría un crecimiento del 6,4%, que podría ser del 4,0% en un escenario menos favorable, tal y como se señala en el informe 'Previsiones Económicas de Castilla y León', publicado el 14 de enero. En este sentido, la incertidumbre continúa siendo muy elevada y condiciona enormemente las proyecciones de crecimiento.