El papel de las farmacias rurales en Castilla y León, y en especial en la provincia de Zamora, se torna indispensable y hay que velar porque se siga protegiendo con el mismo mimo o más. Así lo ha desvelado el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zamora, Juan Prieto Corpas, que ha realizado una panorámica de la provincia demográficamente envejecida y con núcleos de población muy pequeñas, pero que "tienen la fortuna" de contar con farmacias rurales.
Prieto asegura que esto es fruto de una ordenación farmacéutica que es la "envidia de muchos países" y en cuya normativa del año 2011 (Real Decreto-ley 9/2011, de 19 de agosto) se establece una compensación en los márgenes de los medicamentes con el objetivo de convertirse en una pequeña ayuda, si bien precisa que no se trata de una ayuda muy grande, pero que junto a otros programas como los que impulsa la Diputación de Zamora y otros programas que ya se están proyectando se trata de darle un mayor impulso.
"Vamos a ver si con todo los que se está planeando esas cruces que han estado siempre encendidas independientemente de lo que haya pasado -como hemos visto en la pandemia y en los incendios- puedan seguir abiertas". Prieto precisa que se trata de ir más allá de "buscar la supervivencia de las farmacias": "Se trata de buscar es dónde se necesita y velar para que pueda seguir existiendo" en forma de que ese logro social que es el ordenación farmacéutica cobre un nuevo impulso.
Por su parte, el diputado de Política Social, Familia e Igualdad, Ramiro Silva Monterrubio, ha puesto el énfasis en el papel que las farmacias están realizando a la hora de "descargar trabajo" a la saturada Atención Primaria: "Sobre todo en las zonas más despobladas es donde hay que apoyarlas porque corren serio riesgo de desaparecer".