Desde las montañas de Sucre, Bolivia, el zamorano Javier Carracedo está haciendo una diferencia significativa en la vida de las comunidades más desfavorecidas como voluntario de la ONG local Norsud. Su trabajo, en colaboración con un programa de la Junta de Castilla y León a través de la Fundación Fabre, está marcando un impacto positivo en la región más pobre de Sudamérica.
Carracedo está involucrado en dos proyectos fundamentales de la ONG Norsud, centrados en brindar apoyo a mujeres, niños y familias vulnerables. El primero de ellos consiste en capacitar a profesores de tres colegios en la periferia de Sucre en nuevas metodologías educativas, tecnologías de la información y comunicación (TICs), e igualdad de género. Estos colegios, carentes de recursos básicos como acceso a internet, son esenciales para la educación de los niños en una región donde el 40.6% de los menores vive en condiciones de pobreza multidimensional.
"Estoy dando formación en los tres colegios y compartiendo experiencias", dijo Carracedo. Además, la ONG ha lanzado una campaña de donativos para llevar internet a estos colegios, reconociendo la importancia crucial de la conectividad en la educación moderna.
En uno de los colegios, llamado la Santísima Trinidad, la situación es especialmente difícil, con días sin agua y niños que dependen de la escuela para su alimentación diaria. Carracedo y su equipo están trabajando en la creación de huertos escolares para proporcionar alimentos frescos a los estudiantes.
Otro proyecto en el que Carracedo está involucrado es la instalación de invernaderos para familias desfavorecidas, permitiéndoles cultivar hortalizas para su consumo y venta en los mercados locales. Hasta ahora, han montado ocho invernaderos y planean llegar a más de 150 familias en dos años.
"Son familias muy humildes, algunas viviendo en condiciones muy difíciles", explicó Carracedo. "Les proporcionamos la formación y materiales para la construcción, así como depósitos para recoger agua de lluvia gracias al techo del invernadero".