El Puente del Ferrocarril, situado en Zamora ciudad, es una de las cinco estructuras que cruzan el río Duero en nuestra ciudad. Inaugurado en 1933, el puente ha sido un elemento vital en la conectividad de la región, formando parte de la línea ferroviaria Plasencia-Astorga, que actualmente está fuera de servicio. Su construcción fue realizada por los Astilleros de Sestao en Bilbao, reemplazando a un puente anterior que databa de 1895.
La estructura del puente se caracteriza por un diseño de cinco tramos con vigas de celosía metálicas del tipo Linville, que soportan un tablero superior. Con una longitud total de 254 metros y una altura máxima de 13,4 metros, el puente presenta una robustez estética que se complementa con pilas y estribos de sillería. Este diseño no solo proporciona estabilidad, sino que también contribuye a la monumentalidad de la estructura.
El proceso de sustitución del antiguo puente se llevó a cabo en un tiempo récord, solo 22 minutos, el 6 de octubre de 1933. Gracias a una cuidadosa planificación y el uso de tecnología de desplazamiento lateral, el tráfico ferroviario no se interrumpió durante la operación. Este evento fue un hito en la historia local, generando gran expectación entre los ciudadanos y celebraciones entre las autoridades presentes.
A pesar de su cierre definitivo en 1986, el Puente del Ferrocarril ha sido objeto de mantenimiento y restauración, manteniendo su estructura en buen estado. En 1990, se realizó un repintado, asegurando su preservación como un monumento histórico. Hoy en día, el puente sigue siendo un símbolo de la evolución del transporte ferroviario en España.
Hace algunos años, el Puente del Ferrocarril se convirtió en un lugar de moda entre los jóvenes zamoranos, quienes encontraron en las vías abandonadas un espacio "pintoresco" para sacarse fotos. Las imágenes desde lo alto del puente ofrecen una tranquila vista del río Duero y los Tres Árboles de fondo.
Sin embargo, el puente ya no recibe el mismo nivel de mantenimiento que las décadas anteriores, y en la actualidad es evidente el deterioro en su estructura. La falta de restauración y la presencia de hierbas y vegetación que crecen sin control han dado al puente un aire decadente, y el desgaste de sus vías resalta el olvido del mismo.