El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, ha expresado su rechazo a ciertos carteles utilizados en la reciente protesta de la Policía Municipal, los cuales considera que contienen mensajes machistas.
A través de sus redes sociales, Guarido ha señalado que estas expresiones perjudican las reivindicaciones del cuerpo y ha instado a los agentes a corregir este tipo de actitudes. "Una cosa es la protesta a través de exhibir carteles y otra es que transmitan un tufillo machista", ha afirmado el alcalde.
También ha cuestionado la actitud de un agente que aparece en las imágenes cubriéndose el rostro con un cartel, subrayando que "no es digno de un empleado municipal y menos de un policía" y que el uniforme "debe primar sobre la persona".
En cuanto al debate sobre la organización de los turnos de trabajo, Guarido ha evitado pronunciarse en profundidad, indicando que "se trata de una cuestión a discutir en el pleno municipal". No obstante, ha recordado que el personal sanitario, de protección civil y los cuerpos de seguridad, incluida la Policía Municipal, "están sujetos a un régimen de servicio público que implica un alto grado de responsabilidad".
Las protestas de la Policía Municipal han surgido en el marco de la negociación de sus condiciones laborales, con especial atención a los turnos de trabajo. Hasta el momento, no ha habido una respuesta oficial del cuerpo policial a las declaraciones del alcalde.
Polémica en Zamora: El alcalde Francisco Guarido critica la protesta de la Policía Municipal en el pleno
El pleno del Ayuntamiento de Zamora del 27 de febrero no solo sirvió para debatir sobre la organización de turnos de la Policía Municipal, sino que también desató una polémica aún mayor tras las declaraciones del alcalde Francisco Guarido en redes sociales. En una publicación que ha generado reacciones encontradas, el regidor criticó la presencia de los agentes en el pleno y el uso de carteles reivindicativos, calificando algunos de ellos de "machistas".
La crítica de Guarido a la Policía Municipal
En su mensaje, el alcalde afirmó que "flaco favor hacen algunos policías municipales a sus reivindicaciones con sus carteles machistas", señalando que las imágenes publicadas en la prensa local retratan a ciertos agentes con mensajes que transmiten "un tufillo machista". Guarido insistió en que "el uniforme debe primar sobre la persona" y que no es digno de un empleado municipal exhibir ese tipo de mensajes en una protesta.
El edil también dejó claro que, si bien no quería entrar en el debate sobre el cambio de turnos en la Policía Municipal, considera que todos los cuerpos de seguridad, incluidos los municipales, están sometidos a un "régimen horario de servicio público" y que este debe ajustarse a las necesidades de la ciudadanía.
Reacción de los agentes y del sector sindical
Las palabras de Guarido han generado malestar en el colectivo policial. Los agentes presentes en el pleno acudieron para protestar por el nuevo cuadrante laboral, que consideran abusivo, ya que permitiría al Ayuntamiento modificar sus horarios sin estabilidad ni garantía de conciliación. En su protesta, los policías denunciaron que llevan cinco años sufriendo modificaciones constantes en sus condiciones laborales sin una negociación clara.
Desde los sindicatos policiales han respondido que la presencia de los agentes en el pleno era "legítima" y que las acusaciones del alcalde desvirtúan la protesta. "Estamos reivindicando nuestros derechos laborales y denunciando una situación injusta. No se trata de un ataque ideológico ni de otra cosa que no sea defender nuestra estabilidad laboral", declaró un representante sindical.
División política en el pleno
El pleno reflejó la división política sobre el tema. Mientras que IU votó a favor de la propuesta del nuevo cuadrante, el PSOE, Zamora Si, PP y VOX se posicionaron en contra y solicitaron que el expediente se dejara sobre la mesa para una renegociación. Esto supuso un revés para el equipo de gobierno de Izquierda Unida, que esperaba la aprobación definitiva de la medida.
Un conflicto que sigue abierto
El enfrentamiento entre la Policía Municipal y el Ayuntamiento sigue escalando. Con el expediente laboral en suspenso y el colectivo policial en pie de guerra, la tensión entre ambas partes parece lejos de resolverse. La declaración del alcalde en redes sociales ha sumado un nuevo factor de confrontación, polarizando aún más una situación que ya de por sí es delicada.
La pregunta ahora es si el Ayuntamiento está dispuesto a abrir un diálogo real con los agentes o si mantendrá su postura inflexible. Lo cierto es que la Policía Municipal ha dejado claro que no se quedará de brazos cruzados y que seguirá luchando por sus derechos laborales. El próximo movimiento estará en manos del equipo de gobierno, que deberá decidir si sigue adelante con su propuesta o si opta por buscar una solución pactada que alivie la creciente tensión en la ciudad.