Grave denuncia de acoso escolar en la escuela de Morales del Vino

Una familia denuncia la falta de acción del centro escolar y recurre a la vía judicial tras tres años de acoso escolar hacia su hija, diagnosticada con TDA

Morales del Vino
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El padre de una alumna de 6º de primaria del CEIP de Morales del Vino ha emitido una denuncia pública sobre la grave situación de acoso escolar que, según afirma, lleva sufriendo su hija durante al menos tres años. Jesús González, el padre afectado, ha hecho pública la situación tras años de conversaciones fallidas con la dirección, el profesorado y la inspección educativa, sin que se haya tomado ninguna medida efectiva para proteger a su hija.

En la denuncia, González relata cómo su hija, que padece Trastorno de Déficit de Atención (TDA) y está en tratamiento, ha sido objeto de insultos y descalificaciones por parte de una compañera de clase, promoviendo su aislamiento social. A pesar de las múltiples reuniones con la maestra, la dirección del colegio y la jefatura de estudios, no se ha implementado ninguna medida efectiva para detener el acoso. "Observamos que hay un nuevo curso pero ninguna nueva intervención", señala el padre, describiendo el ciclo de agresiones intermitentes.

El padre asegura que, aunque en ciertas ocasiones el comportamiento de la acosadora parece detenerse, el acoso vuelve a repetirse tras un tiempo. Las quejas al profesorado han sido en vano, y la maestra, según la denuncia, ha continuado colocando a las niñas juntas en clase, lo que agrava aún más la situación.

La familia ha tratado de buscar soluciones a través del sistema educativo, pero ante la falta de medidas decidieron llevar el caso a la vía judicial, denunciando penalmente a la acosadora. "Nosotros aceptamos y aguantamos, porque queríamos tener paciencia por el bien educativo", explica González, quien lamenta que su hija haya sido devuelta a la misma aula con su acosadora este nuevo curso.

Jesús González ha pedido públicamente que se tomen cartas en el asunto y que se responsabilice al personal docente y administrativo de la escuela. “Mi hija no tiene la culpa, no tenemos la culpa, mi hija no tiene porque avergonzarse”, subraya el padre.

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