Fernando Prada, delegado de la Junta en Zamora, ha abordado una cuestión clave relacionada con el funcionamiento de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural y su impacto en el Ayuntamiento de Zamora. Prada subrayó la importancia de esta comisión, que está compuesta por expertos de distintos ámbitos, incluyendo derecho, arqueología, conservación del patrimonio, y representantes de sectores como medio ambiente, vialidad y arquitectura. "La misión de esta comisión es fundamental e importantísima", señaló.
El delegado mencionó que en la última reunión de la comisión se discutió un tema relacionado con la instalación de placas fotovoltaicas en el casco histórico de la ciudad, destacando que este tipo de expedientes no corresponde tramitarse a través de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural. Sin embargo, tanto la normativa vigente de 2002, como la nueva ley que entró en vigor en junio de este año, estipulan que cualquier intervención que afecte al entorno paisajístico del casco histórico requiere autorización de dicha comisión para preservar su visión panorámica.
En cuanto a la tramitación de expedientes, Fernando Prada desmintió las afirmaciones de que hubiera muchos pendientes, aclarando que en la actualidad solo hay tres relacionados con placas solares, los cuales se resolverán "a la mayor brevedad posible". Además, destacó la urgencia de modificar el plan específico del casco histórico de Zamora, aprobado en el año 2000, para adaptarlo a las necesidades actuales, especialmente en lo que respecta a la instalación de energías renovables y otros aspectos como la tipología de ventanas y fachadas.
"La Comisión de Patrimonio Cultural ya recomendó en 2022 la actualización de este plan para que regule adecuadamente las intervenciones en el casco histórico y favorezca a los ciudadanos que allí residen", indicó Prada. Asimismo, reiteró la disposición de la Junta de Castilla y León para colaborar con el Ayuntamiento de Zamora en la revisión de los expedientes pendientes y en la actualización del mencionado plan. Sin embargo, hasta el momento, esa recomendación no ha sido implementada por el consistorio.
Finalmente, Prada recordó que "lo que se vea no se puede admitir", subrayando la necesidad de proteger la visión panorámica del casco histórico, y agregó que zonas donde las instalaciones no afecten este aspecto podrían ser autorizadas más fácilmente si el plan del casco histórico se actualizara conforme a las nuevas demandas de los ciudadanos y las empresas.
