Pilar fue mucho más que una modista: fue una creadora de sueños, una artesana del detalle que vistió a cientos de novias en uno de los días más importantes de sus vidas, haciendo de cada boda un acontecimiento único y especial.
Luis Santana ha comunicado la triste noticia recordando la forma en la que su madre ha partido: "sin hacer ruido, de la misma manera que llegó a este mundo un 9 de mayo de hace ya unos cuantos años". Pilar ha sido una mujer discreta, de fe profunda y con un talento innato para la moda y el arte del detalle. Sus creaciones dejaron una huella imborrable en la ciudad, convirtiendo su nombre en sinónimo de elegancia y sofisticación en el ámbito nupcial.
Una despedida íntima y en silencio
Cumpliendo la voluntad de Pilar, su despedida será sobria y recogida. No habrá flores, salvo un discreto bouquet de rosas blancas sobre el féretro, ni velatorios o tanatorios. Tan solo un responso en la iglesia de San Juan, ante la imagen de la querida Virgen de la Soledad, a las 10 de la mañana del próximo 15 de marzo. Posteriormente, se le dará sagrada sepultura en el cementerio de San Atilano en la más estricta intimidad.
Luis Santana ha transmitido el deseo expreso de su madre de que, en lugar de flores, quienes deseen rendirle homenaje encarguen una misa en su nombre. "Las flores se marchitan, pero la oración, Dios la recoge", ha afirmado Luis, reflejando la profunda espiritualidad que definía a Pilar.
Una vida de trabajo y elegancia
Pilar Santana fue una trabajadora incansable, una mujer que puso su arte y su talento al servicio de la felicidad de muchas familias zamoranas. Cientos de novias zamoranas confiaron en ella para vestir uno de los días más importantes de sus vidas. Pilar no solo diseñaba vestidos; creaba ilusiones y las convertía en realidad con una combinación perfecta de elegancia y sencillez.
Su taller fue durante décadas un espacio de creatividad y perfección, donde las telas, las puntillas y los encajes cobraban vida bajo sus manos. Las novias de Pilar Santana no solo lucían espectaculares, sino que sentían que cada detalle estaba impregnado de amor y dedicación.
Un homenaje en silencio
Luis Santana ha pedido que la despedida de su madre sea coherente con el estilo de vida que ella llevó: sencillo y discreto. "No queremos música, el silencio es el mayor homenaje que le podemos hacer a esta gran mujer trabajadora y luchadora", ha declarado su hijo.
Pilar fue una mujer profundamente creyente, y por ello, Luis ha querido recordar una frase de Santa Teresa de Jesús que resume perfectamente la forma en la que Pilar ha emprendido este último viaje:
"Ya es tiempo de caminar."
Así era Pilar Santana: incansable, dicharachera y llena de genialidad. Zamora pierde a una gran mujer, pero su legado permanecerá en cada puntada, en cada detalle de esos vestidos que siguen guardados en los armarios de tantas familias zamoranas como símbolo de amor y perfección. Hoy, el eco de su trabajo y su fe resuena en el corazón de la ciudad.
Descansa en paz, Pilar.
