viernes. 19.04.2024

Los Equipos de Respuesta Básica en Emergencias (ERBEs): la primera respuesta en emergencias, a la vuelta de la esquina

Desde el reparto de mascarillas, a la atención a víctimas de una emergencia local: todo puede ayudar a una población que acaba de vivir una situación de alarma, y que en algunas ocasiones no requieren más que de un vecino o vecina preparado y dispuesto a ayudar con una manta, colaborando en la búsqueda de una persona desaparecida, ayudando a limpiar después de una inundación o con una bebida caliente a tiempo. Esa es la filosofía y base fundamental de los Equipos de Respuesta Básica en Emergencia (ERBE) de Cruz Roja, unos equipos dotados de herramientas que junto a su afán de ayudar y el valor extra que aporta la proximidad al lugar donde ha ocurrido un contratiempo (cercanía física, pero también cultural y del conocimiento de los riesgos existentes en la zona), consiguen materializar una ayuda de manera rápida y flexible con gran proyección, sobre todo, en lugares disgregados donde se tarda en intervenir.

cruz roja
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Desde el reparto de mascarillas, a la atención a víctimas de una emergencia local: todo puede ayudar a una población que acaba de vivir una situación de alarma, y que en algunas ocasiones no requieren más que de un vecino o vecina preparado y dispuesto a ayudar con una manta, colaborando en la búsqueda de una persona desaparecida, ayudando a limpiar después de una inundación o con una bebida caliente a tiempo. Esa es la filosofía y base fundamental de los Equipos de Respuesta Básica en Emergencia (ERBE) de Cruz Roja, unos equipos dotados de herramientas que junto a su afán de ayudar y el valor extra que aporta la proximidad al lugar donde ha ocurrido un contratiempo (cercanía física, pero también cultural y del conocimiento de los riesgos existentes en la zona), consiguen materializar una ayuda de manera rápida y flexible con gran proyección, sobre todo, en lugares disgregados donde se tarda en intervenir.

En Zamora, en el año pasado los equipos ERBEs, de Sanabria y la Carballeda, Benavente, Fermoselle, Toro y Zamora, participaron en cuarenta intervenciones, sobre todo en la búsqueda de personas desaparecidas, control de almacén y apoyo logístico. En lo que llevamos de 2022, el voluntariado y personal técnico de los equipos han participado ya en treinta y ocho intervenciones, destacando especialmente los dispositivos de emergencias de los incendios forestales, en los que se ha prestado apoyo logístico, de avituallamiento, psicosocial y sanitario a la población afectada. En la actualidad, estos equipos están formados por 115 personas voluntarias, que reciben formaciones específicas en emergencias, logística o primeros auxilios.  

La coordinación de estos equipos es imprescindible para aliviar las carencias urgentes de las personas afectadas, que pueden ir desde una primera atención psicosocial de contención a la entrega de productos de primera necesidad. Los ERBEs son un elemento clave para alertar otras capacidades especializadas, al estar formado por personas formadas y conocedoras del entorno, brindan información directa y en tiempo real sobre la situación y evolución de lo que está aconteciendo.

Este componente del sistema permite prealertar o activar a tiempo los Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de apoyo psicosocial, albergue provisional o rescate en el medio terrestre o acuático, entre otros.

Aunque la respuesta básica siempre ha existido, su disposición en forma de equipo es relativamente novedosa dentro de Cruz Roja, que en los últimos años trabaja en crear una herramienta formal e integrarla en los Planes Municipales de Emergencias (PEMU). Catástrofes como la borrasca de Filomena o la pandemia de la COVID-19 han puesto de manifiesto su potencial importancia y necesidad.

Los Equipos de Respuesta Básica en Emergencias (ERBE) están diseñados para ofrecer su respuesta a través del voluntariado preparado en las asambleas locales, comarcales e insulares. Se han reforzado en territorios como Castilla y León o la Comunidad Valenciana, y han iniciado su actividad en Castilla-La Mancha, Asturias, País Vasco, Galicia, Cataluña Ceuta y Murcia.

Atienden las primeras necesidades de las víctimas de una emergencia: se dan primeros auxilios físicos y psicológicos, se trabaja en la búsqueda de personas desaparecidas, se colabora en la limpieza de viviendas en inundaciones, en la atención a personas de poblaciones afectadas por un incendio, o se distribuyen productos de primera necesidad. Así ha ocurrido en los recientes incendios que asolan el país, y en especial el centro y noroeste de la península, como en los incendios forestales en la Sierra de la Culebra, en la provincia de Zamora, donde participaron diferentes ERBEs de la misma provincia y otras provincias de Castilla y León. Son ya más de 10.600 personas atendidas, y cerca de 900 personas de Cruz Roja movilizadas para atender a todas las personas afectadas por los incendios forestales.

Pero en el último año, también han dado asistencia a los transportistas que durante la borrasca Filomena quedaron atrapados en carretera, o han colaborado en la limpieza de casas anegadas por el agua de las inundaciones ocasionadas por una DANA en Alicante.

Ángel García, director autonómico de Emergencias de Cruz Roja en Castilla y León también los define como “una pieza esencial y complementaria” al abanico de respuestas de Cruz Roja en una emergencia para una atención temprana y de proximidad, en especial en el medio rural, “estamos ahí desde el primer minuto. Estamos en la fase cero, cerca cuando ocurre la desgracia”.

Planificación, vocación de ayuda y cercanía son algunas de las claves para que los Equipos de Respuesta Básica en emergencias se estén convirtiendo en una herramienta imprescindible más de ayuda ante emergencias y pequeños desastres en cualquier parte, que permiten prevenir y mitigar los efectos en las personas a nivel local, insular o comarcal.

Activación de otras capacidades especializadas

Los ERIEs (Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias) de Cruz Roja atienden las necesidades de las víctimas con una respuesta especializada; se trabaja en la búsqueda de personas desaparecidas, tanto en medio terrestre como en medio acuático; se despliegan infraestructuras temporales para dar refugio y albergue a personas, que por una situación sobrevenida y repentina, lo han perdido; se ofrece atención psicosocial a personas que hayan atravesado una situación o evento traumáticos; se da asistencia sanitaria  y atención humanitaria a migrantes; o se ponen equipos de comunicaciones a disposición tanto del personal interviniente como de las personas afectadas. El voluntariado perteneciente a estos equipos cumple con un perfil curricular y profesional especializado en ámbitos como la sanidad o la atención social, entre otros.

Actualmente, Cruz Roja cuenta con 38 territorios con equipos de albergue provisional, 17 de asistencia sanitaria, 17 de atención humanitaria a personas inmigrantes, 9 de búsqueda y salvamento en el medio acuático, 13 de búsqueda y salvamento en el medio terrestre, 12 de comunicaciones y coordinación, y 45 de intervención psicosocial. Más de 16.500 personas participan en estos equipos de respuesta en emergencias. 

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