Declaraciones fuera de control: el CECOPI de Zamora desnuda la gestión de Mañueco y enciende la indignación en los pueblos

Declaraciones fuera de control como al inicio de los incendios y como siguen a día de hoy.  El CECOPI de Zamora desnuda la gestión de Mañueco y enciende la indignación en los pueblos. No se trata de verborreas y saber quien hizo o dijo más se trata de acciones controladas y efectivas, algo que no ha ocurrido tras casi una semana de fuego y desastre tanto institucional de un lado y de otro.
fuego sayago
photo_camera fuego sayago

Cuando las palabras se lanzan sin medirlas y los hechos las desmienten casi de inmediato, el resultado es una receta perfecta para la indignación. Eso es lo que ha pasado con Alfonso Fernández Mañueco en Zamora, donde los incendios han dejado ya un reguero de ceniza, dolor y enfado colectivo.

reunión CECOPI incendios_2
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En pleno CECOPI de Zamora, el presidente de la Junta llegó a afirmar que Castilla y León contaba con “medios suficientes” para hacer frente al fuego. La frase, pronunciada mientras las llamas devoraban miles de hectáreas y la tragedia se extendía por los pueblos, cayó como una ofensa entre brigadistas, alcaldes pedáneos y vecinos que, literalmente, se estaban jugando la vida con cubos, mangueras y tractores.

El problema es que la hemeroteca no perdona. Porque apenas unos días después, el mismo Mañueco llamaba a Pedro Sánchez para reclamar más medios del Ejército y que los incendios fueran abordados como un asunto de Estado. ¿En qué quedamos? ¿Éramos suficientes o siempre fuimos insuficientes? La contradicción es de bulto.

Del triunfalismo al ruego desesperado

La incoherencia no es solo política, es ética. Mientras sindicatos de agentes medioambientales y brigadistas denunciaban turnos interminables de hasta 18 horas y la falta de coordinación en los primeros compases del fuego, el presidente defendía una autosuficiencia ficticia. Anoche, en el último CECOPI, incluso se llegó a plantear bajar de nivel los incendios, justo cuando reclamaba más recursos al Estado. Una paradoja sangrante: ¿para qué se quieren más medios si en la mesa de mando se habla de desescalar?

La pregunta surge sola: ¿Se trata de gestionar el fuego o de traspasar responsabilidades? Si el argumento es que el Estado debe hacerse cargo, ¿por qué la Junta no cede de una vez la gestión del medio ambiente al Gobierno central? Lo que no puede ser es la incoherencia permanente: exigir competencias cuando interesa y pedir socorro cuando las llamas desbordan.

El cabreo monumental en los pueblos

La indignación en los pueblos es mayúscula. Vecinos de la zona de Aliste relatan cómo al inicio del incendio de Puercas llamaron a las 14:27 alertando de dos focos visibles desde La Milla. La respuesta de los técnicos fue que “no había medios, estaban en Salamanca”. Hasta las 16:30 no llegó un helicóptero. Dos horas largas en las que el viento y la maleza hicieron el resto: un monte entero convertido en antorcha.

Mientras tanto, en las comparecencias oficiales se hablaba de “un auténtico despliegue” de cuadrillas, autobombas y bulldozers. La épica del parte oficial se estrellaba contra el humo que entraba por las ventanas de las casas.

Un déjà vu de 2022

La gestión huele a repetición amarga. Tras el desastre de la Sierra de la Culebra en 2022, el consejero Suárez-Quiñones dijo que mantener brigadistas en invierno era un gasto innecesario. Tres años después, los pueblos que volvieron a arder escuchan de nuevo discursos sobre “situaciones excepcionales” y “medios suficientes”, mientras los testimonios de los que estaban allí desmienten cada palabra.

Los brigadistas de León que trabajan en Molezuelas lo resumen con crudeza: “No hubo previsión, no hubo petición de nivel 3, no se usó el sistema ES-Alert para avisar a la población, y el CECOPI fue un caos organizativo”.

La política arde

En paralelo, Mañueco insiste en reclamar al Estado más medios y hasta una Conferencia de Presidentes monográfica sobre incendios. Mientras tanto, Feijóo habla de “crisis nacional” y pide al Ejército desplegarse, y Marlaska responde que la actuación ha sido “robusta”. La foto política sigue ardiendo mientras Zamora cuenta pueblos desalojados, heridos graves y hasta funerales interrumpidos por declaraciones fuera de lugar.

¿Quién investiga la gestión política?

La Guardia Civil investiga a los autores materiales de los fuegos. Pero nadie parece dispuesto a señalar responsabilidades en la cadena de mando. ¿Quién mide el daño de la improvisación, de las frases mal lanzadas, del desorden en el CECOPI?

La montaña seguirá ardiendo, sí, pero lo que se está quemando en Zamora es la confianza en unas instituciones incapaces de aprender. Y la hemeroteca, como juez implacable, seguirá recordando que la gestión política también prende… y se convierte en ceniza.

Peticiones de ayuda

Durante esta crisis la ayuda solicitada ha llegado a ser una constante en las reclamaciones de los alcaldes y vecinos de todos los pueblos de las zonas afectadas, no ha habido pueblo que no haya pedido ayuda o que se haya abandonado por completo, siempre han quedado personas de las localidades defendiendo sus infraestructuras y casas. Las acciones de defensa por parte de Bomberos de Diputación así como de la UME y la Guardia Civil, han sido impecables y ese es el traslado de los vecinos a este medio que ha estado presente en todos los focos activos desde el lunes día de inicio de los incendios hasta el sábado día 16 de agosto. Recalcar la peculiaridad de uno de los pueblos, Castomil que se ha defendido del fuego solo con la resistencia de sus hombres y mujeres ya que el pasado viernes la llegada de las Brif fue imposible. Apuntar también que los helicópteros gallegos si actuan en las emergencias de noche mientras que en Castilla y León no hay tal empresa. 

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