La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha vuelto a salir a la calle este viernes, 4 de abril, para alzar la voz en defensa de los derechos de los empleados públicos. En Zamora, la protesta se ha celebrado frente a la Subdelegación del Gobierno entre las 12 y las 13 horas, en una concentración que ha reunido a decenas de trabajadoras y trabajadores de diferentes administraciones públicas.
Con pancartas, proclamas y un mensaje claro: “ni halagos vacíos ni promesas incumplidas”, el sindicato ha iniciado un nuevo calendario de movilizaciones para reclamar al Gobierno central la apertura inmediata de una mesa de negociación que permita pactar un nuevo acuerdo retributivo, después de que el anterior expirara el pasado 31 de diciembre.
Según ha denunciado CSIF, los empleados públicos siguen sin percibir el 0,5% de subida salarial correspondiente a 2024. “Desde los recortes aplicados por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2010, nuestros salarios han perdido más de un 20% de poder adquisitivo”, aseguran desde el sindicato, que también cifra en un 9% la merma acumulada desde el pacto firmado por el Ejecutivo con CCOO y UGT en noviembre de 2022.
Las reivindicaciones van más allá de una simple subida salarial. CSIF exige una revisión estructural de las condiciones laborales en el sector público. Entre sus principales peticiones se encuentra la recuperación íntegra de la paga extra tal y como la recogía el Estatuto Básico del Empleado Público, la equiparación salarial entre trabajadores de distintas administraciones bajo el principio de “igual trabajo, igual salario”, la negociación de una nueva oferta de empleo público sin tasa de reposición y la aplicación de una jornada laboral de 35 horas semanales en todo el Estado.
Además, el sindicato reclama la implementación efectiva de la carrera profesional y del teletrabajo, así como la adecuación de los grupos profesionales del artículo 76 del TREBEP. También se ha puesto el foco en la mejora de las condiciones de jubilación, incluyendo la posibilidad de acogerse a la jubilación parcial para funcionarios y personal estatutario.
Desde CSIF advierten que estas protestas no son un gesto simbólico, sino el primer paso de una serie de acciones “contundentes y sostenidas en el tiempo” hasta que el Gobierno “pase de las palabras a los hechos” y aborde lo que consideran una situación “límite” para los servicios públicos. “Ni el país ni sus ciudadanos pueden permitirse seguir ignorando el deterioro de quienes sostienen el funcionamiento de nuestras instituciones”, sentencian.