Semana aciaga para los conductores que tendrán que acostumbrarse a las obras de reacondicionamiento y humanización en toda la ciudad, habrá pocos puntos en los que las señalizaciones verticales no sean amarillas y donde haya policías regulando el tráfico. La cercanía con las vacaciones escolares podrá aliviar en parte las horas punta, pero claro está que en Zamora cualquier variación afecta y mucho a la paciencia de los conductores y peatones, también a los comerciantes y a los servicios de emergencias que se las ven y desean en estos días de caos circulatorio.
La nueva obra o "cisco" afecta a la salida de Zamora por Cardenal Cisneros sentido Salamanca o Morales del Vino. Desde el Puente Nuevo y hasta la rotonda del Cristo de Morales está prevista la actuación en ambos sentidos para rematar un firme que necesita un reasfaltado ya que las ondulaciones crean verdaderos "sustos" sobre todo entre motoristas que parecen saltar entre carril y carril.
Los trabajos comenzaban esta mañana y tras la hora punta de entrada a la ciudad, los que salían veian como la señalización vertical hacía presagiar lo peor, de nuevo "obras" que sumadas unas con otras no suenan más que a "caos" circulatorio.
Un fin de semana por delante con un Zlive que llenará la ciudad con más de 10.000 personas y que tendrán que sufrir también avatares del tráfico si bien y quizá si todos los plazos se cumplen no habrá problemas más allá de dos o tres meses, pero que nos pillen confesados si toca sufrir como con el Puente de Piedra, el Museo de Semana Santa, las adjudicaciones del Banco de España o tantas y tantas obras que al final se enquistan en una ciudad que ya no tiene tiempo para "milongas" sino para efectivada y no morir agonicamente sin que si quiera los turistas puedan ver o acceder al centro de la ciudad sin utilizar unas líneas de bus que tendrían mucho que mejorar.
