Con la vuelta a la rutina y el puente de la Hispanidad ya en el pasado, el corazón de Zamora ha vuelto a su habitual actividad arropada por la melodiosa voz de una peregrina que ha decidido hacer un alto en su recorrido por el Camino de Santiago para brindar a los zamoranos la oportunidad de maravillarse con con una actuación improvisada y que ha dejado a más de uno parado frente a la mujer.
Caterina, es la directora del coro Nacional Ruso, toda una erudita de la Ópera y el canto que ha decidido hacer un alto en su camino para deleitar a los paseantes que en ese momento tenían la fortuna de atravesar San Torcuato para dar con la voz de esta mujer que lleva más de dos décadas afincada en Madrid.
Eligió San Torcuato porque lo vio triste pero Caterina esta mañana le ha cambiado el sentido a esta vía que animó a los vecinos de la zona, reconociendo su arte y valía con decenas de monedas y entre susurros que no impedían disfrutar de este espectáculo.
Cuenta Caterina que este "alto" en el camino es habitual en una mujer que adora realizar este tipo de conciertos improvisados en la calle y fascinarse ante la reacción de los viandantes. Sin duda, su voz angelical ha hecho las delicias de quien hoy paseó o compró en esta céntrica calle zamorana.
Algún área de Verdi, temas de su Rusia natal y parte del repertorio de lo que interpreta con sus cantantes en el coro Ruso hicieron San Torcuato una calle feliz y musical al estilo de nuestro amigo Vladimir Lagutik, un habitual ya con su acordeón en la vía paralela de Santa Clara.
