"Las víctimas del terrorismo no están solas y nunca lo van a estar". Con este compromiso, el consejero de Presidencia, Ángel Ibáñez, cerró el emotivo homenaje a las víctimas del terrorismo que tuvo a Zamora como escenario.
A las 10.30 de la mañana, la delegación territorial de la Junta, con su delegada, Clara San Damián a la cabeza, daba la bienvenida a 10 víctimas del terrorismo que, con emoción contenida, recogían una medalla que les reconoce su dolor, pero también su trabajo en favor de una sociedad concienciada que rechaza cualquier forma de violencia.
El acuerdo del Consejo de Gobierno de 17 de setiembre de 2020 incluía 12 nombres, pero a Zamora solo acudieron 10 a recoger sus distinciones.
Estos son sus nombres:
Antonio Barrioluengo
Carlos González
Lucía González
José Ignacio Hernández
Antonio Fidel Holgado
Gemma Jiménez
Agustín Martín
Maria Elena Pascua
María Dolores Recio
Robustiano Robles
Ante la presencia del presidente de la Asociación Víctimas del Terrorismo de Castilla y León, Sebastián Nogales, Ibáñez ha ensalzado que este tipo de reconocimientos son una "cuestión de dignidad" y ha reconocido ante las víctimas que es un honor para la Junta reconocer su "valía e historia".
Durante el acto, el consejero ha hecho referencia a la reparación de las víctimas, indicando que la ley autonómica establece un marco jurídico que contempla un singular régimen de protección para las víctimas y sus familias, en cuestiones tan variadas como el acceso a la cultura, a la vivienda, en materia de educación, de acceso al empleo público y al mercado laboral.
Además, ha destacado la colaboración continua entre la Junta y la Asociación de Víctimas del terrorismo de Castilla y León, en acciones tan significativas como dar a conocer a los jóvenes y hacer recordar a la población la cruenta historia que ha marcado la sociedad, con el propósito de lograr una sociedad sensible, concienciada y atenta.
Ibáñez ha defendido en nombre de la Junta de Castilla y León y de su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, que las víctimas no están solas y nunca lo van a estar, poniendo en valor el Estatuto de Autonomía que vincula los poderes públicos con la promoción de la cultura de la paz, de la tolerancia, del respeto y del civismo democráticos, rechazando cualquier actitud que promueva la violencia, el odio, la discriminación o la intolerancia, o que, de cualquier otra forma, atente contra la igualdad y la dignidad de las personas.
“Ejercemos ese mandato con lealtad y con convicción. Porque somos una sociedad solidaria, en la que no pasa desapercibido ni es desatendido el sufrimiento de nadie” concluyó el consejero.
Clara San Damián fue la encargada de dar la bienvenida autoridades y víctimas y destacó el "honor" que supone para Zamora distinguir a estas personas que han sufrido la lacra del terrorismo. "Su dolor no puede quedar en el olvido", manifestó la delegada de la Junta.
Por su parte, Sebastián , aseguró que el homenaje que se hace a los terroristas a su salida de la cárcel son una "afrenta a la dignidad" y añadió que estos actos "duelen" porque " cada aplauso es un bombazo a la memoria".
Ibáñez suscribió estas palabras al señalar que este tipo de reconocimientos son una cuestión de dignidad, “especialmente en estos días, en que comprobamos con estupor como en algunos lugares se recibe a los verdugos como héroes, ante la impotencia de las víctimas y sus familias, y que se añade a una sorprendente actitud de pasividad de quien debiera velar en primer término por proteger la dignidad y memoria de esas víctimas y sus familias”.
