La Asociación de Ganaderos 19 de Abril ha encendido las alarmas sobre la evolución de la tuberculosis bovina en Castilla y León. Durante su Asamblea General celebrada esta semana en Salamanca, en el marco de su 20 aniversario, la entidad ha hecho balance de la situación sanitaria del sector y ha presentado una renovada imagen corporativa. Sin embargo, el tono celebrativo se ha visto matizado por la preocupación ante los últimos datos oficiales de prevalencia de la enfermedad, especialmente en la provincia de Zamora.
Mientras Salamanca registra una mejoría respecto a 2023 —con un descenso de la prevalencia del 4,12% al 3,23% y una reducción del número de comarcas con más del 3% de incidencia—, el caso de Zamora comienza a generar inquietud. La provincia, que el año pasado contaba con la mayoría de sus comarcas libres de tuberculosis bovina, ha visto cómo en 2024 tres zonas han roto esa tendencia: Bermillo de Sayago (1,72%), Puebla de Sanabria (1,56%) y Zamora capital (0,54%).
"El retroceso en Zamora es un toque de atención", advierten desde la Asociación, que teme que este repunte ponga en riesgo el objetivo de lograr el estatus de provincia oficialmente indemne. Un reconocimiento que, hasta hace poco, parecía al alcance de la mano.
Los datos tampoco son halagüeños en otras provincias de la comunidad. En Ávila, hasta seis comarcas superan el umbral del 3% de prevalencia, con Cebreros a la cabeza y un preocupante 10,53%. En Segovia, Riaza ha pasado de estar libre de la enfermedad a alcanzar el 3%, y en Palencia, Guardo registra ya un 4,35%.
Ante esta situación, la Asociación de Ganaderos 19 de Abril reclama una revisión urgente del Plan Nacional de Erradicación de la Tuberculosis Bovina (PNETB). "Con los protocolos actuales, la erradicación en zonas de ganadería extensiva no es viable", denuncian. El colectivo insiste en la necesidad de adaptar las medidas sanitarias a la realidad del campo, especialmente en aquellas áreas donde la convivencia con fauna silvestre complica los controles y favorece la transmisión de la enfermedad.
"Es imprescindible que se escuche al sector ganadero y que se trabajen soluciones eficaces y realistas, que contemplen las particularidades de la ganadería extensiva", subrayan. Para ello, piden más diálogo con las administraciones y una estrategia flexible que combine control sanitario, medidas de prevención y compensaciones para los profesionales afectados.
El aniversario de la Asociación, fundada en 2005, ha servido también para renovar su imagen pública. Bajo un nuevo logotipo, aseguran que el espíritu que los impulsa sigue intacto: "Cambiamos por fuera, pero no por dentro. Seguimos con las mismas ganas y más fuerza que nunca".
