Año de despedidas y renovación en la Policía Municipal de Zamora

El Teatro Principal de Zamora volvió a ser este lunes el escenario de una jornada de emociones y reconocimientos con motivo del Día de la Policía Municipal, un acto marcado por las despedidas, las nuevas incorporaciones y el homenaje a los que el alcalde, Francisco Guarido, calificó de "trabajadores de mono", empleados de las contratas municipales que colaboran a diario con los agentes para mejorar la vida de los ciudadanos.

Uno de los protagonistas indiscutibles de la jornada fue Tomás Antón, jefe de la Policía Municipal durante la última década, que se despidió del servicio tras 45 años de carrera. Emocionado, afirmó que “la Policía Municipal es una extensión de mi familia” y aseguró sentirse “afortunado por haber podido servir a mi ciudad durante tantos años”. Entre los recuerdos que compartió, mencionó su amistad con Ricardo Esteban, otro de los agentes jubilados este año: “Nos conocimos en segundo de BUP, cuando ninguno de los dos pensaba en ser policías municipales”, relató con una sonrisa.

Sus palabras, llenas de afecto hacia sus compañeros, culminaron en uno de los momentos más intensos de la jornada: todo el público se puso en pie para ovacionar y despedir a Tomás Antón, en reconocimiento a una vida dedicada al servicio público y a la ciudad de Zamora.

Guarido también destacó la figura de Tomás Antón, a quien definió como “una persona leal con la institución y un gran defensor de la Policía Municipal y de los derechos del cuerpo”, momento que aprovechó para asegurar que en los últimos años se han logrado "avances importantes en la plantilla" y que el relevo se produce “con una buena herencia y una plantilla prácticamente completa”.

El regidor municipal subrayó, además, el esfuerzo del Ayuntamiento por renovar el cuerpo en los últimos años: “De las últimas oposiciones, siete de los diez aprobados son mujeres. Estamos igualando de manera natural el servicio entre hombres y mujeres y eso es un buen síntoma”, apuntó.

El relevo al frente del cuerpo lo tomó Crisanto Vicente, que fue recibido también con una cálida ovación de sus compañeros y del público.  El nuevo jefe de la Policía Municipal asumió el cargo con palabras de agradecimiento hacia su predecesor: “Mi objetivo es continuar con la labor que ha dejado marcada el anterior jefe, que ha hecho una gran labor por la Policía”.

En su intervención, Vicente adelantó los que serán sus principales retos al frente del cuerpo: “Quiero que la Policía sea la casa de todos, el salón de todos los zamoranos. Que la gente sienta a su Policía como un referente cercano, porque somos la Policía de Zamora”, afirmó.

GALERÍA DE IMÁGENES DE MARCOS VICENTE

La ceremonia dejó además varios momentos especialmente emotivos. Uno de ellos fue el reconocimiento a la agente Ruth Monje, que recibió su placa de manos de su hermano, de profesión bombero, en un gesto simbólico de unión entre los distintos servicios públicos. Otro instante aplaudido fue el protagonizado por una pareja de agentes, él policía en activo y ella recién incorporada a la plantilla, que subieron juntos al escenario y la despedida de Ricardo Esteban, que recibió la placa de agradecimiento de manos de su emocionada hija Celia, policía municipal en Toro.

El acto sirvió también para rendir homenaje a los trabajadores de las contratas municipales —de limpieza, recogida de basuras, alumbrado o parques y jardines—, por su colaboración constante con la Policía Municipal en la atención de incidencias y el mantenimiento de los servicios públicos. Al escenario subieron representantes de Valoriza, PreZero, Aquona y Aceinsa.

El Día de la Policía Municipal se cerró con un ambiente de orgullo compartido y gratitud, en el que Zamora reconoció la labor diaria de quienes velan por su seguridad y su bienestar.