La organización británica Blood Cancer UK ha lanzado una advertencia sobre la importancia de prestar atención a ciertos trastornos del sueño que, en ocasiones, podrían ser señales tempranas de un cáncer de sangre. Aunque el objetivo no es alarmar, los expertos recuerdan que acudir al médico ante cambios inusuales en el descanso puede ser clave para una detección precoz.
Según la entidad, existen tres síntomas nocturnos que podrían estar relacionados con los tipos más comunes de cáncer de sangre: leucemia, linfoma y mieloma. Estos síntomas son:
Sudores nocturnos intensos
Fatiga extrema al despertar, incluso tras un sueño prolongado
Dificultad persistente para dormir o mantener el sueño
Blood Cancer UK aclara que la mayoría de los problemas de sueño son benignos, relacionados con el estrés o el estilo de vida, pero recomienda no ignorar estas señales cuando aparecen sin causa aparente. Los trastornos del sueño también pueden ser consecuencia de efectos secundarios del tratamiento o del impacto emocional del diagnóstico en pacientes ya diagnosticados.
El cáncer de sangre afecta a diferentes tipos de células del sistema hematológico, provocando síntomas inespecíficos como cansancio extremo, pérdida de peso inexplicable, fiebre, dolor óseo o infecciones recurrentes, que a menudo se confunden con otras enfermedades.
Por ello, los especialistas insisten en que la vigilancia de los síntomas, incluidos los nocturnos, puede marcar la diferencia en la evolución del paciente. Ante la duda, recomiendan acudir al médico para realizar una evaluación adecuada y, si es necesario, pruebas diagnósticas.