La democratización de la energía renovable es el futuro

Más allá de las comunidades solares, las comunidades energéticas emergen como un modelo innovador que permite a los ciudadanos generar, gestionar y monetizar su propio consumo energético
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No cabe duda de que las nuevas tecnologías y modelos de negocio están permitiendo a los ciudadanos ser partícipes activos, como nunca antes en la historia, de la producción y la gestión de la energía que ellos mismos consumen. En este contexto, surgen ciertos conceptos a los que deberías prestarle atención. Entre ellos, por ejemplo, el concepto de comunidades energéticas. Este término puede llevar a la confusión, y es importante destacar que no se trata de una comunidad solar -definición totalmente distinta-.

¿Cuáles son las diferencias entre las comunidades energéticas y las comunidades solares? ¿Por qué las primeras están sobresaliendo como un modelo de negocio innovador que da la posibilidad de autosustentar el consumo energético y, simultáneamente, obtener ingresos extra? Repasamos esos detalles de la mano de los expertos de MIWenergía.

El concepto "Comunidad Energética"

Una comunidad energética supone una entidad jurídica que genera su propia electricidad mediante fuentes renovables, como pueden ser placas solares, en uno o varios tejados siempre que se ubiquen en un radio de 2 kilómetros de los consumidores. Instaladas las placas, los especialistas además ofrecen asesoramiento técnico para el máximo aprovechamiento del panel.

Este modelo de negocio va un paso más allá de la típica comunidad solar, en la que un grupo de vecinos pertenecientes a la misma comunidad instalan paneles solares. Esta modalidad, que aplica a ayudas como la actual " CE Implementa", implica cuestiones adicionales como la generación y el consumo de energía de fuentes sostenibles y renovables, o el poder proporcionar otros numerosos servicios de eficiencia energética a la comunidad -entre ellos, el servicio de recarga de los vehículos eléctricos-.

Esta participación activa en el mercado eléctrico hace del modelo de negocio de comunidad energética uno único en su clase.

Beneficios de una comunidad energética

Las ventajas de este modelo energético que une a los ciudadanos son variadas, pero algunas de ellas son decisivas para el usuario. Primero, el acceso directo a recursos locales de energía renovable. Segundo, que ese acceso sea tan fácil como justo para todos. Tercero, la autoprovisión de necesidades energéticas. Y cuarto y lo más revolucionario, que los propios ciudadanos puedan ser quienes controlen la gestión de la energía para buscar oportunidades de inversión e ingresos extra brindando otros servicios.

Así, toda la comunidad se ve beneficiada económicamente por su participación en este modelo, y la creación y desarrollo de más negocios es sencilla a través de un proceso de escalado. Todos los ingresos permanecen dentro de la comunidad local, lo que aumenta la aceptación del desarrollo de otras energías renovables locales. La gestión de la demanda es la clave del éxito.

Y luego están los nada despreciables beneficios ambientales y sociales, que van desde el fomento de la cohesión y equidad social hasta el cuidado del planeta Tierra al evitar la exploración de los recursos no renovables y reemplazarlos por estos 100% renovables.


 

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