La antigua sonda soviética Cosmos 482 cae en el océano Índico tras más de 50 años en órbita

El aparato formó parte del programa Venera, que entre los años 60 y 80 buscó estudiar el planeta vecino
Imagen satélite. Fotografía: ESA
photo_camera Imagen satélite. Fotografía: ESA

Una pieza olvidada de la carrera espacial soviética ha puesto fin a su trayectoria. La sonda Cosmos 482, lanzada en 1972 con destino a Venus pero atrapada desde entonces en órbita terrestre, reentró en la atmósfera y cayó en el océano Índico este sábado, según ha confirmado la agencia espacial rusa Roscosmos.

El artefacto, de menos de 500 kilos y cerca de un metro de diámetro, se desintegró parcialmente al atravesar las capas densas de la atmósfera. Su reentrada se produjo a las 06:24 GMT a unos 560 kilómetros al oeste de la isla de Andamán del Medio. La trayectoria final culminó en aguas al oeste de Yakarta, sin que se haya reportado ningún daño.

Roscosmos ha señalado que el descenso fue seguido por un sistema automatizado de alerta para objetos peligrosos en la órbita terrestre baja. La caída de la sonda había sido anticipada por astrónomos y expertos, que durante días siguieron su lenta pérdida de altitud y debatieron sobre su posible resistencia a la reentrada atmosférica.

Diseñada para soportar las condiciones extremas de la atmósfera de Venus, más densa que la terrestre, Cosmos 482 conservaba una carcasa semiesférica de titanio y un sistema de paracaídas que, según expertos, difícilmente habría seguido operativo después de cinco décadas en el espacio.

El aparato formó parte del programa Venera, que entre los años 60 y 80 buscó estudiar el planeta vecino. En su versión original, idéntica a la exitosa Venera 8 que sí alcanzó Venus en julio de 1972, la sonda portaba instrumentos para analizar partículas espaciales, espectros de rayos gamma, condiciones de luz y parámetros atmosféricos del planeta.

El fracaso de la misión, causado por un fallo en la cuarta etapa del cohete Molnia-M durante el lanzamiento desde Baikonur, la condenó a una órbita elíptica alrededor de la Tierra. Desde entonces, la nave ha sido un objeto inerte más entre los miles que conforman la creciente basura espacial.

En 2024, Roscosmos registró casi 2.000 reentradas de objetos espaciales, la mayoría sin consecuencias. Cosmos 482 era uno de los fragmentos históricos que aún orbitaban el planeta, un testimonio del vertiginoso desarrollo tecnológico de la Guerra Fría y sus cicatrices persistentes en el espacio cercano.

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