La semana pasada fueron retirados seis nidos de cigüeña blanca en Toro que puede afectar a la reprodución de entre 12 y 24 pollos de cigüeña.
Las cuatro asociaciones firmantes -que velan por la conservación de la naturaleza en la provincia- describen esta actuación como un precedente muy negativo para la conservación de esta emblemática especie de la ciudad, injustificada por diferentes motivos y que denota la falta de sensibilidad ambiental por parte del Ayuntamiento. Aunque desde varias asociaciones se ha solicitado una reunión con el alcalde y con el concejal de Medio Ambiente para abordar este tema y buscar actuaciones más sostenibles, ambos representantes no han ofrecido disposición.
Días antes de conocer las intenciones del Ayuntamiento de retirar los seis nidos de cigüeña del Arco del Reloj varios ciudadanos y una asociación medioambiental contactaron con el alcalde y con el concejal de Medio Ambiente. Les hicieron diferentes recomendaciones y sugerencias para compatibilizar la presencia de esta especie en el casco urbano de Toro; también se alarmó a los miembros del equipo de gobierno de los graves efectos que podría generar esta actuación en el inicio del periodo reproductor de las seis parejas de cigüeña. Se les invitó además a que retiraran los nidos entre los meses de Septiembre y Enero, cuando las parejas de cigüeña están ausentes y la intervención no supone ninguna molestia. Todas estas sugerencias se ignoraron completamente.
Al parecer no existen informes de patrimonio que justifiquen la retirada de los seis nidos por deterioro del edificio del Arco del Reloj y tampoco existen razones de seguridad pública para retirar todas las plataformas; únicamente era necesario intervenir en una de ellas. La retirada de estos seis nidos de cigüeña en plena época reproductora hace suponer a las organizaciones firmantes una campaña encubierta para eliminar parejas de esta especie en el casco urbano de Toro; recordemos que el año pasado también se retiraron dos plataformas en otros contextos y una de estas parejas ha desaparecido.
Las molestias a estas aves no solo se limitan a la retirada de nidos en el mismo inicio de las puestas de los huevos. La imprescindible tranquilidad que necesitan estas zancudas en esta época se ha visto gravemente alterada por el trasiego de operarios durante varias jornadas en el interior del edificio y la presencia de grúas a lo largo de dos jornadas no ha hecho más aumentar las molestias a la especie.
Estas molestias en una época delicadísima como es el inicio de la reproducción de la especie, pueden generar la pérdida de la puesta de las seis parejas, la reducción de su fertilidad, el rechazo a la cópula, la reducción de la ovulación, las patologías derivadas de la retención de los huevos (al encontrarse sin ubicación donde hacer la puesta) y finalmente, el abandono de los lugares de nidificación. De hecho, esta actuación va a suponer una reducción en la productividad de las cigüeñas del casco urbano ya que se ha cortado de raíz los intentos de reproducción y pueden perderse entre 12 y 24 pollos de cigüeña.
Por otro lado, la actuación ha generado cierto malestar entre numerosos ciudadanos de Toro, que no entienden ni comparten la decisión. Ante la falta de disposición por parte del Ayuntamiento para reunirse y abordar este tema, las diferentes ONGs solicitan públicamente a la Concejalía de Medio Ambiente que utilice argumentos sólidos para la retirada de los nidos, que establezca un protocolo de actuación en estos casos, que gestione a la especie con argumentos de sostenibilidad y respeto y que no continúe con estas decisiones arbitrarias que empobrecen el patrimonio natural de todos los toresanos. Piden también un mínimo de tolerancia con la especie y que se aprovechen sus múltiples beneficios estéticos, ornamentales y medioambientales. Las asociaciones firmantes también echan en falta la búsqueda de soluciones alternativas para favorecer la reproducción de las seis parejas afectadas (como colocación de nidos artificiales) y advierten la falta de interés por utilizar a esta especie como parte imprescindible del paisaje urbano y que representa un importante recurso turístico para muchos ciudadanos que visitan la ciudad que es desaprovechado y destruido.
Las cuatro asociaciones demandan también que la Concejalía de Medio Ambiente sea una herramienta real (no solo en el papel) en la defensa del patrimonio natural toresano, que escuche las opiniones de todo el mundo y que no se deje llevar por decisiones arbitrarias y alejadas de la conservación de la naturaleza; solicitan además que su concejal Samuel Bonis, se informe, consulte, escuche y se interese de oficio por los muchos problemas y competencias ambientales de la localidad que le atribuyen como titular de la concejalía y que demandan numerosos ciudadanos. Las organizaciones firmantes también solicitan públicamente que esta grave actuación –que denota la falta de respeto y la ausencia de sensibilidad por el medio ambiente demostrada por el equipo de gobierno de Toro– no se vuelva a repetir. También se solicita públicamente a los responsables del ayuntamiento que presten atención y escuchen a todos los ciudadanos de Toro, especialmente a los particulares y asociaciones que trabajan o se interesan por el medioambiente y que son continuamente ignorados; una actitud que denota la falta de compromisos ambientales con Toro y que se aleja de las tendencias sociales crecientes de respeto al medio ambiente.