Los párrocos oficiaron eucaristías en la ermita, donde a las 12.00 horas tuvo lugar la misa solemne de la festividad.
Ya por la tarde, a las 18.30 horas, salía el Cristo en procesión acompañado por su Virgen, sus cofrades y todos los vecinos que cada año cumplen con esta bonita tradición en la ciudad.
Esta cofradía la forman 425 hermanos, este año se apuntaron 45, de los cuales en su mayoría eran mujeres debido a que por primera vez en la historia pueden formar parte de ella, fueron recibidas con su correspondiente medalla y beso a la insignia de los que este año celebran su fiesta.
La amenaza de lluvia deslució el día y por este motivo en la pradera no había tanta gente y alegría o limonada como otros años, aún así el Cristo de las Batallas, acompañado también por la Banda de Música la Lira y diferentes autoridades, pudo acercarse a bendecir la ciudad de Toro, pero tuvo que volver rápido a tu templo de partida por las inclemencias meteorológicas.
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