En el corazón de la Semana Santa emerge una figura que ha hecho de la música su credo y su pasión: David Rivas. Ahora, recibe un reconocimiento especial, el 'Bombardino de las Capas Pardas' otorgado por la Hermandad de Penitencia, para alguien que se erige como un faro de inspiración y excelencia en el mundo de la música.
Desde sus inicios en Toro, Rivas supo que su destino estaba marcado por las notas y los compases. Inmerso en el arte desde temprana edad, bajo la tutela del venerado director de la banda de música ‘La Lira’, Jesús de la Sota Calvo, cultivó su talento con dedicación y fervor. Su viaje musical lo llevó a través de los conservatorios de Valladolid, Zamora y Salamanca, donde absorbía conocimiento y se forjaba como el virtuoso que es hoy en día.
Pero la música no fue su única pasión. Con una mente inquieta y ávida de conocimiento, se sumergió en el estudio de la Historia del Arte y las Ciencias de la Música, graduándose con distinción en la Universidad de Salamanca. Su sed de enseñanza lo llevó a convertirse en profesor de secundaria y en colaborador académico en la prestigiosa Universidad de Salamanca, donde compartió su sabiduría y su amor por la música con las mentes jóvenes ávidas de inspiración.
Sin embargo, es en el escenario donde encuentra su verdadera voz. Con más de 140 composiciones en su repertorio, su música ha trascendido fronteras y emocionado audiencias en todo el mundo. Desde las majestuosas salas de concierto de Valencia y Oviedo hasta los escenarios internacionales de Argentina y Japón, las melodías de Rivas han acariciado los corazones de aquellos que tienen el privilegio de escucharlas.
Pero lo más notable de todo es su capacidad para unir culturas y conectar personas a través de la música. Desde colaboraciones con renombrados solistas como Ainhoa Arteta y Juan Ferrer hasta emocionantes proyectos con bandas y agrupaciones internacionales, ha tejido un tapiz musical que trasciende las barreras lingüísticas y culturales.
El 'Bombardino de las Capas Pardas' es más que un premio; es un tributo a una vida dedicada a hacer del mundo un lugar bonito a través de la música.