Domingo de Ramos en Toro: Celebrando la entrada triunfal de Jesús

Los actos comenzaron con la Bendición de Ramos y Palmas, y nada más acabar se inició la esperada Procesión de la Borriquilla, que arrancaba a las 11:30 horas.El repique de campanas anunciaba el inicio de una jornada especial en Toro, donde la Asociación del Santo Sepulcro y la Soledad organizaba los actos para conmemorar el Domingo de Ramos. A las 11:30 horas, desde la histórica Iglesia de Santo Tomás Canturiense, comenzaba el reparto de laurel y la tradicional bendición de ramos y palmas.

Este año, como todos los anteriores los verdaderos protagonistas fueron los niños y niñas de Toro, ataviados con sus mejores trajes, desfilaban con alegría y devoción por las calles del casco antiguo de la ciudad, agitando sus palmas para celebrar la llegada de Jesús montado en su borriquilla, tal como se narra en las sagradas escrituras.

La organización de estos conmovedores actos está a cargo de la Asociación Santo Sepulcro y la Soledad, quienes han trabajado arduamente para garantizar una celebración memorable. El recorrido de la procesión partía desde la iglesia de Santo Tomás, para luego recorrer las pintorescas calles de la ciudad, incluyendo la calle Corredera, la plaza de Santa Marina, y la calle Puerta del Mercado, hasta llegar a la emblemática plaza Mayor. Desde allí, el cortejo continuaba su camino hacia la plaza de la Colegiata, donde se esperaba una masiva participación de la comunidad, tanto en las calles como desde los balcones, todo estaba engalanado para la ocasión.

La procesión de La Borriquilla, uno de los momentos más esperado arrancaba con la imagen portada a hombros por los devotos hermanos de la asociación. Recorriendo las emblemáticas calles de Toro, desde la pintoresca calle Corredera hasta la imponente Plaza Mayor, el cortejo se abría paso hacia la majestuosa Colegiata, donde se ofició la Eucaristía en honor a esta festividad religiosa.

El trayecto estuvo marcado por el fervor y la devoción de los toresanos, quienes engalanaron los balcones con banderas, colchas, mantones y ramos, recibiendo con alegría y solemnidad al paso de Jesús montado en la borriquilla, en su entrada triunfal en Jerusalén. La música de la banda La Lira resonaba en las calles, mientras niños, niñas y adultos estrenaban sus mejores galas, portando ramas de laurel y palmas como símbolo de adoración.

A lo largo del recorrido, miembros de otras cofradías y diferentes autoridades locales se unieron para custodiar a "La Borriquilla", una imagen del siglo XX cuyo autor permanece en el anonimato, pero cuya presencia iluminó las calles de Toro en este día tan especial de la Semana Santa.