"Hacía tiempo que no ocurría", pero ha vuelto a suceder, así lo anunciaba el subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco. El timo del tocomocho ha regresado a Zamora capital. Una estafa tradicional que suele desarrollarse en lugares de tránsito donde una persona aborda a la víctima manifestando tener un billete de lotería premiado y que por alguna causa no puede cobrar.
En ella, el estafador ofrece a la víctima venderle el boleto por menos dinero del que corresponde al premio. Normalmente alegará motivos convincentes para explicar su imposibilidad de cobrar el premio. Ser un extranjero en situación irregular, estar en un proceso de divorcio y no querer compartir el premio con su expareja o tener que salir de viaje con urgencia son algunas de las excusas más recurrentes.
Para dar mayor credibilidad al timo, irrumpe un "gancho" que suele afirmar la autenticidad del premio exhibiendo un listado de boletos premiados en un periódico o comprobando el número en el teléfono móvil. Cuando la víctima compra el boleto premiado y va a cobrarlo a la ventanilla de la administración de lotería comprueba que el billete de lotería es falso, o no está premiado.
Es lo que le ha ocurrido a "una persona mayor" de Zamora, los estafadores "se ganaron la confianza de la víctima y le exigieron garantías". De esta forma, consiguieron que sacara más de 4.000 euros de una entidad bancaria para entregársela a los ladrones. Ante este tipo de situaciones, Blanco ha pedido que "se extremen las precauciones", especialmente ante la época del año que está por venir, ya que los días posteriores al sorteo de la Lotería de Navidad son los más propicios para este tipo de engaños.