La ciudad de Zamora ha sido sorprendida este medio día por un intenso aguacero acompañado de granizo, que ha desbordado las previsiones meteorológicas y provocado importantes daños en diversas zonas de la ciudad. Desde las 14:15 horas, una tormenta con granizada ha azotado la capital zamorana, dejando auténticas "piscinas" en cuestión de minutos debido a la intensidad de la lluvia.
Los granizos, de tamaño similar al de un garbanzo, han caído con fuerza en toda la ciudad, causando problemas en la red de alcantarillado y canalones. La estación de autobuses, y la estación de trenes ubicadas en una zona vulnerable a este tipo de fenómenos meteorológicos, ha tenido que cerrar al público temporalmente debido a las fuertes lluvias que han inundado la zona de acceso, dificultando la seguridad de los usuarios y los trabajadores.
Las calles Cardenal Cisneros y Requejo, que están en proceso de humanización, también han sufrido los efectos de la tromba de agua, con importantes acumulaciones de agua que han afectado a las obras en curso y dejado la ciudad bien mojada.
A pesar de los esfuerzos por controlar los efectos de la tormenta, la lluvia persiste en la zona, lo que ha generado preocupación en los habitantes y en los servicios de emergencia. Se espera que la situación se normalice en las próximas horas, aunque se mantiene el monitoreo para evitar más complicaciones.
Este aguacero, que ha sorprendido a los zamoranos en plena tarde, ha puesto de relieve la vulnerabilidad de ciertas áreas urbanas ante fenómenos meteorológicos de gran intensidad, especialmente en zonas con infraestructuras en obras o en desarrollo.