La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal dedicada a una estafa piramidal con falsas inversiones en criptomonedas. La trama, que operaba en 36 países, ha defraudado más de 30 millones de euros y ha dejado 3.646 víctimas, de las cuales 2.718 residían en España. Ocho personas han sido detenidas en Málaga, Murcia y Madrid, entre ellos el presunto cabecilla, un programador informático arrestado en Málaga.
La investigación, llevada a cabo durante casi tres años por la Unidad Central de Delincuencia Económica y Financiera (UDEV), comenzó en 2022 tras la denuncia de una víctima en Murcia. Los estafadores ofrecían planes de inversión en bitcoins a través de internet y redes sociales, prometiendo rentabilidades del 40% en un mes y hasta un 300% anual.
El engaño estaba diseñado para captar a inversores sin conocimientos en criptoactivos, a quienes se les facilitaba la conversión de sus fondos en bitcoin. En algunos casos, los estafadores tomaban el control de los dispositivos de las víctimas, accediendo a sus datos personales y bancarios.
Al inicio, algunos inversores recibieron ganancias, financiadas con el dinero de nuevos participantes, lo que generaba confianza y atraía más fondos. Sin embargo, cuando los afectados intentaban recuperar su capital, la organización imponía trabas, exigiendo el pago de tasas o nuevas inversiones para devolverles su dinero. Finalmente, los responsables desaparecían con las inversiones.
Se estima que la estafa alcanzó los 400 bitcoin (BTC), lo que equivale a unos 37,2 millones de euros según su cotización actual. Durante la operación policial, se han intervenido 73 cuentas bancarias, 12 coches y cinco motos. Además, los detenidos crearon una criptomoneda sin valor, que ofrecían a los inversores como una supuesta alternativa para recuperar su dinero.
La Policía Nacional ha emitido una serie de recomendaciones para prevenir este tipo de estafas:
Verificar la legalidad de la entidad: Consultar con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) si la empresa está autorizada.
Desconfiar de rentabilidades irreales: Ganancias excesivas en corto plazo suelen ser indicio de fraude.
Evitar presiones para captar nuevos inversores: Si se exige reclutar a más personas para obtener beneficios, es probable que se trate de una estafa piramidal.
No ceder el control de dispositivos ni datos bancarios: Las inversiones deben gestionarse de forma personal y segura.
Las criptomonedas han abierto nuevas oportunidades de inversión, pero también se han convertido en el anzuelo perfecto para estafadores. Las autoridades instan a los ciudadanos a informarse antes de invertir y a denunciar cualquier sospecha de fraude.