Miguel García Rodríguez, director técnico de extinción, ha ofrecido una actualización sobre la evolución del incendio de Porto, asegurando que la situación es “bastante favorable” respecto a los últimos días, aunque todavía no puede considerarse estabilizado.
Los trabajos se concentran en tres frentes —Ribadelago, San Ciprián y La Baña—, donde la combinación de medios terrestres, maquinaria pesada y apoyo aéreo ha permitido contener las reproducciones del fuego. La jornada estuvo marcada por unas condiciones meteorológicas que facilitaron la labor de los equipos: viento en dirección favorable, humedad elevada y posibilidad de ataques directos a las llamas, algo que no se había podido realizar en jornadas anteriores.
En San Ciprián ya se estudia la vuelta de los vecinos desalojados, decisión que corresponde al CECOPI, mientras que en La Baña se mantiene la mayor actividad, con puntos calientes y zonas donde aún trabaja la maquinaria.
El perímetro del incendio sigue abierto, con áreas inaccesibles como el cañón del Tera, lo que impide declarar el fuego estabilizado. Las estimaciones calculan unas 16.000 hectáreas afectadas.
Aunque las previsiones meteorológicas para las próximas horas son favorables, García Rodríguez pidió cautela y recordó que el incendio “ha dado la vuelta tantas veces” que resulta arriesgado darlo por controlado. Tras catorce días de lucha, los equipos de extinción comienzan a ver signos de esperanza, aunque el trabajo continúa.
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