La Fiscalía del área de Móstoles-Fuenlabrada (Madrid) se ha querellado contra un empresario por extraer sangre de animales -principalmente perros y gatos, pero también conejos y hurones- para venderla posteriormente a clínicas veterinarias. El hombre es responsable de al menos 60 muertes.
En estos momentos la Fiscalía investiga si los hechos pueden ser constitutivos de un delito continuado relativo a la protección de animales domésticos y otro por intrusismo profesional. El hombre sometía a los animales a una continua extracción de sangre "sin lograr reponerlo adecuadamente y hasta causarles la muerte con una punción perforante hacia la región del corazón".
El empresario realizaba las extracciones en las instalaciones en las que mantenía a los animales en el municipio madrileño de Humanes y posteriormente incineraba los cuerpos en un crematorio en Yuncos (Toledo) donde se han facilitado los datos de esas 60 muertes entre los meses de abril y mayo, por lo que el número real podría ser bastante mayor.
Según las pesquisas del Ministerio Público, la intención del autor era vender las bolsas con las extracciones de sangre a clínicas veterinarias a un precio de 80 euros por 400 mililitros en el caso de los perros; y que ascendía hasta los 85 euros por 40 mililitros en el caso de un gato.
El acusado llegó a ofrecer sus servicios no sólo a clínicas de toda España, sino también de otros países europeos como Italia, Bélgica, Francia y Portugal.
