Los dueños de una casa rural ubicada junto al paso de la carretera C-527 que une la capital con Bermillo de Sayago han estallado ante los continuos hábitos por parte de unos de sus vecinos que se dedican a dejar sobre el poyo frente a la repisa de la ventana todo tipo de restos orgánicos que atraen el interés de perros, gatos y demás animales.
Amén del olor que ello causa en las inmediaciones a la casa rural, que linda con la vivienda denunciada, los alimentos se encuentran peligrosamente ubicados a la orilla de la vía. Tal y como señalan los dueños, en ese punto "donde pasan infinidad de vehículos encontrándose en una curva con poca visibilidad siendo un verdadero peligro el circular en ese tramo ya que se cruzan de forma constante estos animales".
Denuncian que desde hace años han interpuesto varias denuncias "exponiendo nuestros problema a distintos organismos" obteniendo como contestación que corresponden al Ayuntamiento del municipio que asegura que “no se puede hacer nada porque son mayores o no se encuentran en sus plenas facultades mentales y aunque ya le hemos mandado una carta no lo quitan”.
La colocación de este tipo de restos supone todo un peligro para los conductores y pasajeros de los vehículos, pero también para los animales que son habitualmente atropellados, dejando una imagen de lo más triste en la zona.
Los dueños aseguran que "el empeño por solucionar un problema que perjudica a personas que vienen de fuera como a las personas del pueblo que pasamos diariamente por esa acera es nula teniendo que aguantar olor y suciedad constante sin contar con la cantidad de defecaciones producidas por todos los animales que van a comer allí siendo éste hecho una situación insoportable".