Ecologistas en Acción acusa a la Junta de tener el operativo antiincendios más precario de España

La organización ecologista alerta de que el abandono rural y el cambio climático alimentan incendios cada vez más virulentos y reclama cambios urgentes en la gestión forestal y mejores condiciones para el operativo de extinción.
fuego serracín, abejera, riofrio_90
photo_camera fuego serracín, abejera, riofrio_90

El avance imparable de los incendios forestales en Castilla y León ha vuelto a poner sobre la mesa dos problemas de fondo,  el abandono rural y el cambio climático. Ecologistas en Acción denuncia que ambos factores están favoreciendo la propagación de fuegos cada vez más extensos y virulentos, y reclama medidas urgentes para frenar esta tendencia.

En las dos últimas semanas, la comunidad ha sufrido una de las peores oleadas de incendios de los últimos años. En Ávila han ardido más de 4.000 hectáreas en tres grandes siniestros, en León superan ya las 7.000 y en la Montaña Palentina se han calcinado 3.000 hectáreas. Zamora vuelve a ser la más castigada, solo el fuego de Molezuelas de la Carballeda ha arrasado más de 30.000 hectáreas entre Zamora y León, mientras sigue activo el incendio de Puercas. Miles de personas han tenido que ser evacuadas, varias han resultado heridas y tres han perdido la vida. 

La organización ecologista recuerda que, según un informe del CSIC, el aumento de las temperaturas, la acumulación de combustible vegetal y las igniciones humanas están cambiando el régimen de incendios en España, provocando fuegos más frecuentes y devastadores. “Poner en marcha políticas de acción climática también es luchar contra los incendios. Más calor significa más tierra quemada, más hogares en riesgo y más vidas amenazadas”, afirma Nuria Blázquez, portavoz de Ecologistas en Acción.

La entidad subraya que la despoblación rural ha eliminado los paisajes en mosaico  que actuaban como cortafuegos naturales. “Mientras el monte se homogeniza y el combustible vegetal se acumula, no se aplican medidas estratégicas para reducirlo”, denuncia el activista Manuel Martínez. Desde León, David Acebes reclama que las localidades situadas en zonas forestales cuenten con planes de autoprotección y gestión de la interfaz urbano-forestal para evitar que las llamas alcancen los pueblos.

Ecologistas en Acción ha querido trasladar su solidaridad a todas las personas afectadas y reconocer la labor de los equipos de extinción, pero también ha denunciado la precariedad de sus condiciones laborales. “Es inaceptable que quienes arriesgan su vida tengan contratos temporales, sueldos bajos y jornadas maratonianas sin la formación necesaria. La Junta, además, está retirando torretas de vigilancia para sustituirlas por cámaras, a pesar de sus limitaciones”, advierte Acebes.

La organización critica la gestión del consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, al que acusan de “presumir de operativo” pese a que, según el colectivo, es el más precario del país. También rechazan sus declaraciones que responsabilizan a “terroristas ambientales” o “ecologismos radicales” de los fuegos, y se suman a las peticiones de dimisión por su “incapacidad para mejorar la gestión forestal y la profesionalización del operativo”.

Ecologistas en Acción reclama a la Junta de Castilla y León:

  • Mayor ambición en las políticas de acción climática.

  • Una reforma profunda de la política forestal que favorezca paisajes cortafuegos y bosques más diversos.

  • Condiciones laborales dignas para el operativo de extinción.

  • Medidas que fijen población en el medio rural, especialmente en el sector primario.

  • La dimisión del consejero Suárez-Quiñones.

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