El incendio, detectado alrededor de las 19:00 horas, ha sido declarado de Nivel I (GR-1) y afecta de nuevo al límite con la provincia de Ourense, uno de los puntos más castigados por las llamas en las últimas semanas.
Hasta el lugar se han desplazado dos hidroaviones y varias cuadrillas terrestres para intentar controlar un frente que preocupa especialmente por las condiciones orográficas y la cercanía con terrenos ya castigados por el fuego en jornadas anteriores.
Septiembre está resultando especialmente duro para la comarca sanabresa, que apenas se repone de los graves incendios registrados en la raya con Portugal y Galicia el pasado fin de semana, y que ahora vuelve a sufrir la amenaza del fuego.
La reiteración de focos en la zona ha hecho crecer entre los vecinos la sospecha de que tras estos incendios pueda encontrarse la mano de un pirómano o incendiario reincidente, lo que aumenta la indignación y la sensación de impotencia en un territorio que vive de lleno la crudeza del fuego año tras año.
La situación continúa siendo muy dinámica, con medios aéreos y terrestres desplegados para evitar que las llamas avancen. Por el momento no se han reportado daños personales, pero la tensión entre la población es palpable al ver cómo el paisaje sanabrés, emblema natural de la provincia, vuelve a verse amenazado por el fuego.
