En Fermoselle, un pequeño cajetín cercano al Arco, aparentemente insignificante para muchos, alberga una llave crucial. Esta llave no abre cualquier puerta común, sino que accede al material vital utilizado para combatir incendios. Una medida de precaución aparentemente simple, pero de vital importancia en una zona donde los incendios han dejado marcas dolorosas.
Los incendios son una amenaza constante en cualquier entorno rural, y Fermoselle no es una excepción. Desde pequeños conatos hasta devastadores incendios que han consumido campos, hogares y, lo más trágico, han cobrado vidas humanas. Sin embargo, la seguridad y la preparación ante estos desastres se ven comprometidas por una serie de actos vandálicos. El cajetín, que debería ser un recurso accesible en caso de emergencia, ha sido objeto de vandalismo repetido. En los últimos dos meses, el cristal que lo protege ha sido roto en cuatro ocasiones, y la llave, indispensable para acceder al material antiincendios, ha sido robada o dejada de forma descuidada en la cerradura.
Unos hechos que desde el consistorio se consideran "muy graves" porque en caso de un nuevo incendio, los recursos y el equipo necesarios para combatirlo podrían no estar disponibles debido a estos ataques vandálicos. El material utilizado para combatir incendios no solo es costoso de adquirir, sino que su inaccesibilidad en momentos críticos puede tener consecuencias catastróficas. Es hora de que todos los residentes reflexionen sobre el impacto de sus acciones y se comprometan a respetar y proteger los recursos comunes.