Zamora despide a sus últimos pasos procesionales en la que ha sido su primera Semana Santa en tres años tras la irrupción de la pandemia por el Covid-19. La talla de la Virgen del Encuentro subía la cuesta de Balborraz cubierta por un manto negro y al ritmo ágil de los tambores y las dulzainas que han puesto la nota animada en el traslado desde la iglesia de La Horta hasta el Museo de Semana Santa.
Cientos de zamoranos han contemplado el curioso traslado de las dos últimas imágenes de esta semana de Pasión que deja unas calles de lo más animadas y que ha dado paso a las jotas, pasodobles y música de charanga en un ambiente divertido que se ha extendido hasta pasadas las 14:00 horas, cuando muchos han optado por desplazarse hasta sus domicilios o restaurantes de la zona para hacer un hueco al tradicional plato del "dos y pingada".
Ya con todas las tallas recogidas en sus espacios habituales, sólo queda desear salud para que el año que viene la Semana Santa regrese ya con toda la normalidad y que el virus no vuelva a hacer de las suyas.
