Los tunos de Zamora, cantan a su patrona, a su madre, a la de todos
No pudieron en dos años y en este la afluencia ha sido masiva, madres e hijos y también cualquier persona se ha podido acercar a la Virgen para presentarse sus respetos. La Virgen de la Soledad en el altar Mayor de San Juan engalanada con flores blancas era testigo del paso de los fieles que se encomendaban a la madre de la que la tuna Universitaria de Zamora la tienen por patrona.
Todo volvía o parecía volver a la normalidad, eso si la mascarilla obligatoria era la que cambiaba el panorama. La relación entre la madre y sus hijos volvía a ser directa y cargada de todo el sentido, ese que les unió gracias al cordón umbilical en su vientre y que hoy con su canción más sentida han vuelto a conectar sobremanera.
Hoy es la canción que año tras año entonan cercando a la Virgen de la Soledad y que varios años atrás no pudieron cantar. Una tradición que hoy han retomado, esa tradición que se lleva a cabo el día en el que las madres y padres de los niños de la Cofradía de Jesús Nazareno pasan por el manto de la Virgen de Soledad en señal de bendición a todos ellos.
Este año ha podido volver a ser, a podido volverse hacer en abierto. La tuna Universitaria de Zamora ha querido acercarse a San Juan para estar de nuevo en comunión con la madre muy cerca, como siempre.
Hijos que no han podido verla, ni tocarla ni abrazarla, como tantos y tantos que ni despedirnos pudimos porque la Covid-19 truncó despedidas y caricias sinceras hoy hemos contemplado a la madre de Zamora a nuestra virgen de la Soledad con un halo de esperanza en su entorno.
A todos los que la perdieron este año, a todos los que la han añorado como nunca, hoy los tunos zamoranos han vuelto a cantarle en señal de amor y respeto, como saben hacer con todo el sentido y sentimiento profundo que solo un hijo sabe dar a su madre. Homenaje de hijos a la madre, pero también de todas las madres a los hijos que han sentido la falta de la madre en esta especial situación vivida. Hoy la tuna de Zamora ha querido volver a dejar su impronta, rodilla en tierra, frente a la madre, la que les dio la vida.
Esta es la letra de esa canción que todo tuno debe saber:
Sonaron en la noche acordes de guitarra y dulces canciones. Saliste a la ventana y pude ver tu cara, cubierta de ilusiones. Y al ver tus bellos ojos y al ver tu bello rostro las estrellas dijeron tu nombre a los luceros no aguanto ni contengo decir tu nombre al viento y repetir sin fin. Madre (con mi canción) repite tu nombre el juglar (hoy te vengo a decir) y un fuerte latido al sonar (este sueño de amor que) ahoga su corazón (palpita en mi corazón) madre canto tu nombre al trovar y vuelve a sentir el sonar de mi corazón.
Una cinta me diste bordada con tus manos con todo el sentimiento, ya la luce mi capa, ya la llevo grabada a fuego aquí en mi pecho. Y aquello que bordaste, todo será verdad siempre te rondaré mientras tenga cantar al cielo cantaré tu nombre al mirar tu cinta volar. Y verás a este tuno de nuevo en tu ventana oirás estas canciones que hace tiempo cantaba diré tu nombre el viento repitiendo sin cesar, tu nombre, Madre canto tu nombre al trovar y vuelve a sentir el sonar de mi corazón (madre soy tu cantor) en mis sueños de amor.
Las madres volvieron a pasar con sus hijos por delante de la Virgen de la Soledad en señal de respeto.
