Silencio, respeto y Miserere para un Jesús Yacente que retorna a las calles de Zamora

Jesús Yacente, esa preciosa imagen que rememora la muerte de Jesús recostado sobre un sudario retornaba esta especial noche de jueves-viernes santo a la Zamora de casco viejo, a la de las tradiciones centenarias, a la de la austeridad y el respeto por la figura del Jesús muerto.
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photo_camera Jesús Yacente

A las 11 de la noche puntuales como siempre pero con la carga de una espera de dos años de pandemia, el Yacente volvía a las calles de Zamora. Hachones y esquilas volvían a sonar en la noche de la Bien Cercada en la noche de la Madrugada donde el Señor no duerme ni reposa y donde la ciudad le acompaña.

Los hermanos de esta cofradía salían especialmente de la Iglesia de San Andrés en pleno centro de la ciudad, de la Plaza del Seminario para encaminarse a la cuesta del Piñero donde las figuras de los cofrades emergen como picos de montaña en la noche del Jueves al Viernes Santo.

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Esquilas de posición, hachones que golpean con las piedras centenarias de una ciudad que no pide más que respeto, silencio y tradición año tras año. El Yacente portado por los hermanos de la cofradía majestuoso como de costumbre en su lecho de muerte, con la mirada perdida en el más allá, quizá ya con su padre.

Soledad muda en los hermanos que se rompe a la hora de entonar el Miserere que durante poco más de siete minutos descarga de emoción en los presentes un verdadero silencio sepulcral que solo se rompe al paso de Jesús Yacente. Este 2022 la Plaza de Viriato con menos espacio para los fieles y con un cuadrado de seguridad, da a la noche un nuevo aspecto, una nueva constante que varía en función de un protocolo que evita espacios pequeños y cerrados.

Yacente Viriato
Yacente Viriato

La soledad del los hermanos cantores en el centro de la plaza será algo inédito y el retorno a la Iglesia de Santa María único. Los hermanos tras el Miserere verán pasar al Yacente y ya en la Iglesia entrarán por una puerta y saldrán por otra pudiendo esta un momento a solas con su imagen titular, sin duda un año más que especial en el que se recuerda todo lo que no se pudo hacer en estos dos que han roto a la ciudad en sus tradiciones, a familias con las muertes de seres queridos y a amigos que no han podido estar en estos especiales días y momentos de esta Semana de Pasión.

Yacente
Yacente

Las calles estrechas apenas dejaron ver la imagen de hachones y cofrades, el calor de los que esperan el paso del Yacente se perdió en cada esquina, en cada pared en la que apoyarse, hoy el Yacente hizo enmudecer a la ciudad.

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