El Jueves de Pasión que el Nazareno de San Frontis no salió de su casa, los vecinos del barrio entraron a mostrarle su devoción.
La Semana Santa 2021 que todos los zamoranos soñaban habría comenzado con el Traslado del Nazareno de San Frontis desde la iglesia del barrio donde todos sus vecinos del barrio habrían salido a la calle a acompañarle en su caminar para ver a la madre Esperanza. Pero la pandemia, contra la que lucha a diario la provincia desde hace más de un año, nos ha arrebatado también está Pasión que, sin embargo, a cuentagotas, se volverá a vivir.
Y el primero de estos actos del 2021, el que ocupó el lugar del traslado del Nazareno, fue un Vía Crucis en San Frontis delante de la imagen del Nazareno y con algo menos de 50 personas porque los aforos de estos actos van a ser todos muy reducidos.
Rivera de las Heras, quien ofició este Vía Crucis, quiso iniciar el acto reprimiendo el uso del apelativo del Mozo de San Frontis y apelando a llamarle Nazareno de San Frontis.
Y el Nazareno, sin su mesa, sin sus hermanos, los de paso y los de fila, los que siempre le acompañaron, ofreció su misericorde mirada a los pocos que pudieron acercarse a él, pero también a los cientos que siguieron el acto por internet. El día que él no pudo salir a Zamora, a caminar entre las aceras llenas de zamoranos, a llegar hasta la madre, a hacer sonar las marchas del desaparecido Maestro Cerveró y a conseguir que la ciudad lata como nunca; ese día el Nazareno abrió las puertas de su casa a todo el que quiso acercarse a orar con él.