jueves. 25.04.2024

Por los que no están. Por los que se fueron. Por lo que hicieron Semana Santa y por los que no la conocieron. Por todos los que descansan en San Atilano y por lo que lo hacen en otros lugares. Por los últimos en marcharse y por los que se han tenido que ir sin poder ser despedidos.

A la hora de los aplausos habría salido Jesús, todo Luz, todo Vida, con sus manos abiertas ofreciendo su corazón a todos los zamoranos. Habría salido a predicar vida en unos días en los que se habla más de muerte.

flores

Creedme que hoy Jesús caminará hacia el cementerio. No lo hará a hombros de sus hermanos, no lo hará levitando sobre las calles de Zamora pero estará con todos los que ya no están con nosotros.

Allí, junto a San Atilano, reposa ya una corona de flores para recordar a los que viven la Semana Santa desde arriba. A todos los que se fueron y especialmente a los últimos en marcharse. A los que se ha llevado estos días la enfermedad, tenga el nombre que tenga.

ausentes

Cruz de los Ausentes. Que nombre tan bonito le puso Coomonte. Brotan lágrimas del suelo hacia ellos. Las lágrimas de los que no entendimos su marcha. Cuanto pesa estos días esa cruz que llevamos todos encima.

Habría ido ganando terreno la noche a la luz pero habrían iluminado los hermanos con su blanco radiante las calles de la ciudad. Siempre le gana la vida a la muerte incluso en el día más oscuro.

jesusito3A la hora de los aplausos hoy había lágrimas cayendo por las mejillas, separadas a metros o a kilómetros de su Jesús y de sus familias. Era día de reencuentros, la noche de las cenas de Semana Santa, el día de la Luz y la Vida. Días pospuestos en nuestras vidas.

Y la campana de la Catedral, ajena a nuestras vidas, sigue tocando puntual, ajena a nuestros problemas, indicándonos que la vida sigue aunque no la veamos pasar. Eran las 8 y Jesús iba a anunciar la Luz y la Vida.

Por los que no están