Un nuevo repostero para la Esperanza
La Cofradía apuesta por un cambio del color corporativo de su repostero apenas dos años de la sustitución de los antiguos con décadas de historia
Este año la puesta de largo de los reposteros en el Ayuntamiento de Zamora viene cargado de una novedad a través de la Cofradía Virgen de la Esperanza que ha apostado por cambiar el color de fondo y abandonar su tono corporativo en favor del blanco.
La apuesta busca así dar un mayor contraste y acentuar el protagonismo del manto de la Virgen, una de sus piezas principales junto a la corona que también forma parte del logo de la Cofradía diseñado por Fernando Palacios. Una novedad que también disfrutarse en la sede de la Cofradía en versión impresa y que podrá adquirirse por un precio de 25 euros.
El nuevo diseño, obra de Gadea Toribio Muñoz, presenta el logotipo de la Cofradía en tamaño grande además de unas grecas en las esquinas sacadas de los bordados de manto de la Virgen de la Esperanza con las estrellas y perlas.
Un cambio que ha puesto de nuevo en marcha las máquinas de Costuras mercería creativa y que ha contado de nuevo con la tela de la empresa zamorana Toldos Élite siguiendo los modelos creados hace tan sólo dos años. Unos reposteros completamente renovados y que han venido a sustituir a los realizados sobre fieltro o incluso, tela de loneta muy utilizada para tapizar sofá y que contaban con una antigüedad cercana a los 40 años.
La Cofradía de la Esperanza ha revisado este proceso de creación que se ha extendido durante dos semanas –sólo en cuanto a bordado-, a lo que se suman dos días de confección y cerca de siete horas de diseño para completar las 550.000 puntadas. Una labor “efecto puzle” que obliga a dibujar la matriz para las máquinas puedan ir dando vida por partes a estos reposteros con unas medidas de 1,65x1,20 metros de alto, necesarias para que se puedan apreciar a metros de distancia.
Un trabajo, en todo caso, más liviano comparado con el encargo del año 2022 realizado por la Junta Pro Semana Santa que conllevó diez meses de entrega a un encargo que -ocho de ellos aguja en mano-, 1200 agujas de punta de bola y cientos de miles de puntadas. Todo un cambio para el que han confiado en una tela resistente a más de 3.500 horas de luz solar e impermeable para soportar las inclemencias del tiempo en unos días en los que todo zamorano que se precie amanece mirando al cielo para, a continuación, salir a la calle a disfrutar de los días de Pasión.