La Semana Santa de Zamora vuelve a enfrentarse a un momento crítico tras la dimisión de Pepa Chicote, presidenta de la gestora encargada de la Junta Pro Semana Santa. La renuncia, formalizada esta mañana ante el obispo de Zamora, Fernando Valera, supone un nuevo capítulo en la serie de desafíos que han marcado el rumbo de esta histórica celebración religiosa.
Según fuentes cercanas a la gestora, la decisión de Chicote no llega sola. El resto de los miembros que componen el organismo también han puesto sus cargos a disposición del obispo, dejando en el aire la continuidad de la actual estructura directiva.
Esta situación recuerda el precedente del pasado 4 de julio, cuando Isabel García, entonces presidenta de la Junta Pro Semana Santa, presentó su renuncia junto a todo el equipo de gobierno de la entidad. Aquella crisis llevó al obispado a crear una comisión gestora, formada por personas con experiencia en áreas clave como la gestión económica, política y eclesiástica, para garantizar el funcionamiento de la organización.
Desde entonces, la gestora ha trabajado en la reorganización de la Junta, pero la dimisión de su presidenta marca un nuevo revés en este proceso de transición. Por ahora, el obispado no ha comunicado los pasos a seguir ni quién asumirá la responsabilidad de liderar la preparación de una de las celebraciones religiosas más importantes de Zamora.