Nuestra Madre aguarda a una multitud de zamoranos en la capilla de San Vicente

Clamando a un cielo que no es estrellado sino de piedra, meciendo entre sus manos al hijo muerto, acompañada de una virgen que tiene clavadas espadas en el corazón y con el dolor de no salir a acompañar a sus hijos e hijas por la ciudad.

Nuestra Madre de las Angustias y la Virgen de las Espadas acogieron la visita de centenares de zamoranos que en esta tarde de Jueves Santo se acercaron a los templos y al Museo de Semana Santa. Colas en la SI Catedral, colas en San Andrés para el Yacente, largas filas en San Juan y en el Museo y muchos zamoranos esperando ver a Nuestra Madre que esperará a los zamoranos hasta mañana. 

Comentarios