Noche de Dolores, rezo y cántico

photo_camera La procesión abandona el atrio de la Catedral

La Hermandad Penitencial del Espíritu Santo estrena dos obras de Miguel Manzano en su 40 aniversario.

La Hermandad Penitencial del Espíritu Santo ha recorrido las calles que conducen desde la iglesia del arrabal hasta la Catedral, donde ha tenido lugar la lectura de la Pasión de Cristo y la interpretación del Christus Factus Est, de Miguel Manzano, en una noche primaveral que ha propiciado una altísima participación de penitentes, hombres y mujeres hermanados bajo el capillo.

El tañido de un enorme campanil, que siempre cantará el nombre de Miguel Fernández Calles, maestro de la forja, anunciaba el paso de la hermandad por las calles en la noche de los Dolores. El Cristo gótico, Varón de Dolores, con cardos a sus pies y dos tenebrarios por única luz en la noche, según lo diseñase Antonio Pedrero, estaba listo para ser llevado sobre los hombros de sus cargadores para abrir de forma oficial la Pasión en Zamora.

El pórtico, la primera procesión de la Semana Santa desde que hace 40 años fuera erigida canónicamente. Previamente, en el huerto de la iglesia, que no es el huerto de los olivos pero sí el de la fraternidad, los hermanos se congregaban pasadas las diez de la noche para organizar el desfile procesional, que ha discurrido en medio de un respetuoso silencio, sólo roto por las carracas o el sonido de las horquillas del incensario que perfumaba la noche.

Hombres, mujeres con faroles en la mano y también muchos niños con varas para aligerar el recorrido conformaban un numeroso cortejo que ha dirigido sus pasos hacia la Catedral por las calles estrechas del casco antiguo. Allí, con los hermanos en el interior del atrio catedralicio y tras el rezo de la Pasión, ha tenido lugar la interpretación del motete 'Christus Factus Est' al que se le han añadido este año las Lamentaciones de Jeremías, una de las dos nuevas obras que ha donado el compositor Miguel Manzano interpretadas por el coro de la hermandad que dirige Eduardo Vidal.

Además, las calles han sido testigos de la interpretación, junto al 'Crux Fidelis', del 'Adoramus Te Christe', que resonaba entre las viejas piedras de la Rúa y de la calle Arcipreste, acariciando los oídos con su melodía arcaica.

Una vez concluido el acto, la hermandad ha regresado a la iglesia de salida por la cuesta del Mercadillo, para volver al templo del arrabal. Eran la 1.10 de la madrugada cuando la imagen efectuaba su entrada arropada por las voces de los cantores.

Noche de los Dolores. En el rezo, en el cántico, se unieron, nos unimos en silencio desde la acera, desde los balcones, los de aquí y los de allí, los que ayer mismo regresaban a casa para vivir una nueva Semana Santa y los que ya la viven al otro lado que un día rezaron y cantaron junto a nosotros, aquí en la tierra.

Por ellos, por todos, Cristo se hizo hombre entre los hombres.

Galería fotográfica de Rafa Lorenzo

Galería: La mirada de Juan Carlos Benéitez

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