No habrá procesión de La Borriquita, no desfilarán los niños zamoranos acompañando a la borrica por las calles de Zamora, no habrá entrada triunfal en Jerusalen, pero si habrá palmas en los balcones, en las casas y en las calles porque no hay Ramos sin palmas.
Desde hace más de 20 años de forma ininterrumpida cumplen con las ilusiones de los niños zamoranos que consiguen, en los días previos a la Pasión, su palma para poder salir el Domingo de Ramos, en muchos casos su primera procesión. Marmolería y Floristería Manolo no contará este año con ese lugar especial en plena Santa Clara que no sólo anima a comprar las palmas sino que alegra a los zamoranos que pasean Santa Clara arriba y Santa Clara abajo con esa alegría de estar inmersos en Semana Santa pero seguirá vendiendo las palmas.
Ni el pasado año la pandemia, cuando ya habían cumplido con muchos de los pedidos que anualmente tienen, incluído los del propio Museo de Semana Santa, ni este año que se sabe desde hace semanas que no habrá procesiones, han podido con la tradición de las palmas, aunque haya sido en menor medida. Son ya varios los zamoranos que se han acercado en las últimas fechas a por su palma para poder lucirla en el balcón de casa durante todo el año y los hay que, aunque no haya procesión, las han comprado para los más pequeños de la casa, para mantener viva la llama de la Pasión.
Desde los 4 euros que cuestan las más pequeñas, hasta los 10 euros de las palmas más grandes, como todos los años hay diversas opciones para los zamoranos y, aunque los rezagados no podrán pasar por Santa Clara a comprarlas, sí que se abre otra vía, que es la de acudir a la tienda física en Pinilla, en la calle Aldaras, o hacer pedidos al teléfono 722 56 61 06 y poder así comprar la palma para una Semana Santa 2021 que será diferente a la de otros años, sin procesiones pero con algunas tradiciones que se mantienen intactas.
Y es que Zamora y su Semana Santa es tradición que pasa de mayores a pequeños; de padres a hijos o de abuelos a nietos y una de las primeras tradiciones de las que participan muchos niños es la de procesionar el Domingo de Ramos, salir con su primera palma, compartir con la familia y amigos esa primera Semana Santa desde dentro y es por eso que, pese a que sea de forma reducida, casi testimonial, las empresas zamoranas mantienen viva la tradición para que los niños zamoranos no se quedan sin su palma.