Meriendas tradicionales de Semana Santa, momentos especiales en Zamora para compartir

En Zamora, la Semana Santa es más que solo procesiones y fervor religioso; también es un momento para compartir momentos de convivencia y disfrutar de las tradicionales meriendas que tienen lugar durante los descansos de las procesiones de la Vera Cruz y el Santo Entierro.
undefined

Estos momentos, que se dan particularmente en el Jueves y Viernes Santo, son esperados con ansias por los cofrades y cargadores que participan en estas emotivas celebraciones. Son las madres y las tías, abuelas y hermanos retirados los que ofrecen estos suculentos ágapes a los que continúan con las tradiciones.

Los jardines del Castillo y las plazas adyacentes se convierten en el escenario perfecto para estas reuniones, donde se comparten viandas zamoranas, postres caseros, empanadas y refrescos. Durante aproximadamente 35 minutos, estos espacios se llenan de alegría y camaradería mientras los participantes disfrutan de un merecido descanso antes de retomar sus responsabilidades bajo los pesados banzos de los pasos.

Lo más notable de estas meriendas es la atmósfera de tranquilidad que impregna el ambiente. En medio del bullicio de las procesiones y la solemnidad de las ceremonias, estos momentos brindan una pausa para relajarse y recargar energías. Es un tiempo para compartir anécdotas, estrechar lazos entre cofrades y fortalecer la comunidad.

merienda
merienda

Es importante destacar que durante estas meriendas no hay prohibición de comer carne, lo que permite a los participantes disfrutar plenamente de las delicias culinarias típicas de la ciudad, la empanada, las tortillas, el chorizo, y el jamón son los mayores acicates en este periodo de estación. Además, las bandas de música y las escoltas de los pasos también aprovechan este receso para reponer fuerzas y prepararse para continuar con su marcha, la Semana Santa ya pesa en los banzos.

Las meriendas de las que se ha hecho hasta una asociación, La Santa Merienda, parte de esta premisa de la Semana Santa de Zamora, merendar no solo es de niños de pan y chocolate sino de los que hacen y mantienen el espíritu de una ciudad, en la que es Semana Santa todo el año. En la pandemia hasta la merienda tuvo que ser suspendida, pero hubo alguno que en la pandemia, y en momentos de aquella tristeza se paseó por los jardines del Castillo, bocadillo en mano para hacer fuerte un deseo que todos tuvimos, que era el de que pasara aquel calvario.

En definitiva, las meriendas en Semana Santa en Zamora son mucho más que simples pausas para alimentarse; son momentos de unión, celebración y tradición que enriquecen aún más la experiencia de esta época tan especial en la ciudad.

Comentarios