La Hermandad penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte celebró el rito de entrada de nuevos hermanos a la Cofradía en una jornada muy emotiva con un recuerdo muy especial a Fernando Jiménez, fundador y directivo de la hermandad que falleció en el pasado mes de noviembre.
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Diez nuevos hermanos han entrado en la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte tras al Rito en Entrada en la Iglesia de San Vicente donde la cofradía tuvo un emotivo recuerdo por uno de los fundadores de la hermandad, Fernando Jiménez, directivo de la Buena Muerte que fallecía el pasado mes de noviembre y cuyo nombre ya reza, junto al del resto de hermanos fallecidos, en la Cruz Guía que abre el desfile procesional.
Los diez hermanos que llevaban décadas esperando para poder desfilar en la noche del Lunes Santo para sentir, bajo la túnica blanca monacal, el canto del ¡Oh, Jerusalem! de Miguel Manzano a un Cristo en plano inclinado que camina por las calles de Zamora bajo el silencio, el compromiso, la austeridad, sigor y respeto que promulga esta Hermadad zamorana.
Hoy los directivos de la Hermandad presidida por Félix Gomez daba las directrices de entrada a una Hermandad donde el respeto y seriedad junto con la austeridad, participación por lo que se siente es clave para los hermanos y por supuesto para toda la directiva que ha impuesto el rigor y la recomendación de que en la asistencia de los hermanos a todos los actos de la Hermandad porten y lleven sus crucifijos en señal de compromiso adquirido con un ritual de entrada del que hoy hemos sido partícipes.
Un momento muy serio en el que los hermanos renuevan las promesas de su bautismo y se comprometen a ser buenas personas y mejores cristianos, todo un ejemplo de ritual que en presencia del Santísimo Cristo de la Buena Muerte han jurado, y prometido los nuevos diez hermanos que el lunes Santo procesionarán en un lugar especial determinado por el hermano regidor del desfile José Temprano.
