La Semana Santa de Zamora ya ha comenzado oficialmente. Y lo ha hecho con un pregón cargado de emoción, recuerdos y profundo amor por esta tierra. El encargado de pronunciarlo ha sido José Vicente de los Mozos, ingeniero, empresario de proyección internacional y, sobre todo, hermano de la Cofradía del Silencio, que cada Miércoles Santo recorre las calles zamoranas junto a su familia.
El Teatro Ramos Carrión acogió este esperado acto, en el que De los Mozos ofreció un discurso impregnado de vivencias personales, devoción heredada y un mensaje esperanzador para el futuro de Zamora. “Es verdad, la Semana Santa de Zamora se siente, se mete dentro del alma del espectador. Es imposible no sentirse parte de la misma, y que todo el mensaje de Pasión se apodere del interior y domine la mente y el corazón”, arrancó el pregonero, visiblemente emocionado.
De la emoción familiar a la identidad colectiva
El pregón giró en torno al papel central de la familia como transmisora de la tradición. Con un recuerdo especial para su esposa Rut, zamorana de nacimiento y quien lo introdujo en el universo de la Pasión zamorana cuando aún eran novios, De los Mozos trazó un viaje personal que terminó con su plena integración en la vida espiritual y cultural de Zamora. “Desde entonces soy un zamorano más”, confesó.
Belleza artística, musical y gastronómica
A lo largo de su intervención, el pregonero puso en valor no solo el carácter espiritual de la Semana Santa, sino también su riqueza artística, musical y gastronómica. Subrayó que cada procesión cuenta con una melodía distinta, con sabores y rituales propios, formando una sinfonía de sensaciones únicas que dan forma a una auténtica “marca de ciudad”.
“Unís el Patrimonio de la belleza de los lugares de la ciudad con la belleza incalculable de las tallas de cada Cofradía”, señaló, en un emotivo homenaje al valor estético y cultural que acompaña a cada paso, a cada silencio, a cada tambor.
Un mensaje de futuro para Zamora
El discurso finalizó con una mirada comprometida hacia el porvenir: “Zamora, en el corazón de Castilla y León, merece que sigamos luchando por ella. Hay que trabajar juntos por un futuro que depende de nosotros”. Con estas palabras, José Vicente de los Mozos culminó un pregón sentido, sincero y lleno de esperanza, que abrió las puertas a una Semana Santa que ya late con fuerza en el alma de los zamoranos.