Aún se siente su pérdida. Nicanor Fernández, Barandales oficial de las cofradías de Luz y Vida, Borriquita, Nuestra Madre y Vera Cruz, falleció el pasado 9 de mayo a consecuencia de una larga enfermedad que le llevó a alejarse de una de sus mayores satisfacciones.
Sólo el homenaje de Luz Penitente en el certamen Francisco Carricajo y su implicación en la recta final de su vida abriendo el traslado del Nazareno de San Frontis, La Borriquita y en Nuestra Madre, sirvió para dejar aún más patente su amor por la ciudad y, más aún, por su Semana Santa. Una entrega que ahora el conjunto de cofradías quiere devolverle en forma de eucaristía.
Por todo ello, Nuestra Madre celebrará una misa el próximo día 31 de mayo a las 20:00 horas en la capilla de la cofradía. Un acto al que se ha invitado a asistir al resto de hermandades y asociaciones en las que Nicanor tomó parte como pieza clave durante tantos y tantos años. Un sencillo recuerdo para conmemorar a un hermano de corazón y figura imprescindible que, desde ya más de medio mes, toca las campanas desde lo más alto.
