La Cofradía de Nuestra Madre espera recaudar el equivalente al coste de la nueva corona de la Virgen en donativos para la Obra Social
El 20 de septiembre marcará un día histórico con la Coronación Canónica de Nuestra Madre de las Angustias. La corona que lucirá la Virgen, diseñada por Javier Lozano y Javier Casaseca, será realizada con oro o metales preciosos proveniente de las donaciones de los hermanos y devotos. Además, la cofradía espera recaudar el equivalente de la corona real de oro en una corona imaginaria cuyo presupuesto se destinará a la Obra Social de la hermandad en la vertiente más solidaria de la efeméride.
Consciente de las dificultades que atraviesan numerosas familias, para la presidenta de Nuestra Madre, Isabel García Prieto, el reto está en conseguir esa corona imaginaria que potencie la obra social de la Cofradía. "Aunque el diseño -afirma la presidenta- contempla que se haga con oro, todas las donaciones serán bienvenidas y si tiene que ser plata, pues que sea plata dorada. Lo importante es que prevalezca la Obra Social, que la coronación de la Virgen sirva como ejemplo de solidaridad y que no se vea como una ostentación en una època tan dura para tantísimas personas".
Aunque la cofradía aún no ha empezado a recaudar oro, la presidenta afirma que ya ha habido cofrades interesados en realizar donaciones. "Por pequeñas que sean, como una vieja alianza, cualquier colaboración será bien recibida. La Virgen tendrá una corona nueva para ese día, pero su corona más bonita será la que no se ve, que permitirá ayudar a las familias que lo están pasando mal".
Simbología y estética
En cuanto a la corona, según explican los autores del diseño, Javier Lozano y Javier Casaseca, a la hora de pensar en la nueva pieza han tenido en cuenta diversos aspectos simbólicos y estéticos, predominando el simbólico. "Con la forma de la corona queremos transmitir una serie de conceptos religiosos; la corona no pretende ser sólo un adorno de la cabeza de Nuestra Madre; es más, es la cabeza de la Virgen la que adorna la corona, pero ésta hace referencia a los atributos, las gracias con que Nuestro Señor ha coronado a su Madre".
Así, los autores explican que "el material es el más noble que humanamente conocemos es el oro, siempre y cuando podamos económicamente asumirlo". En este sentido, confían en la colaboración de los 4.000 hermanos de la cofradía: "con la pequeña cantidad de un gramo de oro por hermano lo habremos conseguido y con ello también sabremos que esa pequeña cantidad de oro que teníamos olvidada en cualquier cajón ahora luce en la cabeza de Nuestra Madre".
Simbología
La corona está compuesta por un ceñidor de 30mm del que parten siete imperiales, uno por cada dolor de la Virgen. La escena de cada dolor estará representada en el medallón central del imperial. Los imperiales se juntan en la parte superior para contener la bola del Orbe, símbolo de toda la humanidad a la que Cristo vino a salvar cuando se encarnó en María".
Encima del Orbe irá clavada la cruz, "donde vino clavada la salvación del mundo". Sobre el crucero de la cruz estará superpuesta la Mano del Padre Eterno.
Por último sosteniendo el Orbe símbolo de la Creación, se encuentra el Espíritu Santo. según explican Casaseca y Lozano, "es esta simbología trinitaria la que "corona" realmente a Nuestra Señora, queremos significar con ello que es la Trinidad la que la hace partícip de su realeza a la Madre de Dios".
La corona está rodeada de un "resplandor" inspirado en el Libro de la Revelación. En este resplandor los autores han contado con todos los elementos que narran las Escrituras: rayos flamígeros representan al sol, las doce estrellas rodeando la cabeza y los querubines que representan las fuerzas del bien.
Estética
La corona está pensada en "castellano", es decir, que dentro del barroquismo del rococó del XVIII, está la austeridad, el barroco castellano no tiene el "horror vacui" del barroco andaluz, sino un barroquismo "contenido", al igual que el manto cuya única concesión al barroco se limita a una cenefa perimetral.
Además, para los autores las características propias de la imagen no aconsejan sobredimensionar la corona. "Hay que tratar que el peso sea lo más reducido posible, para que la cabeza, al trabajar el peso de la corona a flexión sobre la diagonal cuello-cabeza no fatigue dichos elementos".
Javier Lozano y Javier Casaseca añaden que "a este proyecto habrá que añadirle en el transcurso de su realización las modificaciones pertinentes para adornarlo con todas aquellas gemas que las donaciones aporten y sea posible ponerlas, que en estos momentos desconocemos".
Finalmente, los autores del diseño señalan que en la parte de atrás del cintillo se pondrá el escudo del Obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, bajo cuyo pontificado se realizará la Coronación Canónica de la imagen.
