El pregón de Nuestra Madre de las Angustias, uno de los pocos que se realizarán este año.
Antonio Rodríguez es un privilegiado que puede ver a Nuestra Madre prácticamente a diario. La observa, la conoce, le habla. Se queda meditando frente a ella, mirando su cara, su corona, su gesto, su mano, su dolor. Y esos sentimientos que vive a diario son los que ha querido trasladar a un Pregón de las Angustias que será uno de los pocos pregones que se lleven a cabo esta Semana Santa.
El pregonero, ante una iglesia de San Vicente que llenó el aofor permitido, invitó a los presentes a mirar la imagen de la Virgen de las Angustias y meditar sobre los mensajes que actualmente, en pleno siglo XXI, nos aporta esa imagen que es a la que mayor devoción guarda Antonio Rodríguez.